Esta era la que me faltaba por ver de Kôki Mitani de cuantas teníamos disponibles. Bien, quizás sea la más original de este director y guionista: se sale de ese humor inteligente en que se nos ofrecen situaciones de metateatro o metacine, para llevarnos por el camino de un humor más entrañable y emocional, teniendo esta vez a la arquitectura como pretexto discursivo.
Como todas las de Mitani, buenísima y altamente recomendable.
Y muchas gracias a Nabasu por la ficha, a Pazguaton por la actualización y a Mizoguchi por tan excelente traducción.
Un saludo