La ví el otro día y no me esperaba una cosa así. Una película incisiva que retrata la tormentosa vanidad y el conflicto personal que vive el protagonista, que amenaza con abocarle hacia la neurosis y el alcoholismo. Sin tener en cuenta las diferencias, puedo establecer algunas analogías con 8 y 1/2 de Fellini, especialmente por el tipo de personaje, sus sueños y fantasmas (en este caso, Ray no se mete en el mundo de las fantasías, al contrario que Fellini).