Ostras, soy un campeón... ¡Pues no me la acabo de ver con subtítulos en inglés y está traducida!
En fín... A decir verdad, se les entiende todo, porque un disparo es un disparo, más allá de idiomas...
Bueno, Wong Jing, payaso mayor del reino y plagiador de todas las cosas existentes, incluyendo las suyas propias, como decía en unos mensajes más arriba empezó haciendo películas para la Shaw Brothers con resultados interesantes y entretenidos. Esta es su segunda película (tras Challenge of the gamesters, una película sobre jugadores... luego haría cientos jeje), y como en la primera se ocupa también del guión... Y como parece que es un tipo que siempre tuvo las cosas claras (que era un payaso, que plagiar es bueno y que el dinero más), desde estas primeras obras ya asistimos a una obra muy amena (y contundente a nivel de acción) con unos toques de humor de bajos vuelos.
Así, asistimos a un argumento inédito: la formación de un comando de ex-combatientes con una misión perdida en una selva camboyana. Wong Jing no debía estar muy convencido de la selva camboyana porque pasan por ella como una exhalación, y así asistimos a unos cuantos combates en los que vale todo, desde golpes de camión hasta puñales exóticos, pasando por lo de siempre, ametralladoras, granadas, artillería varia. Todo dentro de una intriga de drogas, una hija que hay que curar, traiciones, tipejos y demás. Y lo más importante. El final, por el que descubriremos que en el maletero, además de llevar la rueda de repuesto y los triángulos, nunca viene mal alguna cosa más contundente, porque nunca se sabe lo que puedes necesitar
.
Pues eso, entretenimiento puro y duro, y un montón de estrellas de la Shaw como Ti Lung o Lo Lieh, además de gente como Michael Chan, que venía precisamente el año anterior de trabajar en The club, obra fundacional y fundamental del cine de acción balístico hongkonés.