Joyce Godenzi saltó a la primera línea de las féminas luchadoras con su inolvidable papel de mala en Easterns condors, película de su futuro marido, Sammo Hung. Pese a no tener el más mínimo conocimiento de artes marciales, hizo bueno la máxima de él, por la que la acción depende de un buen coreógrafo (aquí, ni más ni menos que Corey Yuen), más que de las habilidades de los actores, y con el tiempo nos brindó un buen número de películas memorables y escenas a recordar. Quizás a ese nivel, su película más importante sea She shoots straight, en el papel de la nuera, inspectora de policía, que se lleva al único hijo de la familia Huang (Tony Leung Ka-Fai), familia de policías, en el que todos, hijo, hijas e incluso ahijado (el propio Sammo Hung) lo son. Bajo ese contenido humano, se desarrola una historia típica y tópica en el cine de acción hongkonés: los vietnamitas (o chinos continentales, no importa) venidos para robar en Hong Kong y que no se toman muy a buenas eso de que maten en el intento a un hermano de sangre suyo... Aquí, el malo es ni más ni menos que Yuen Wah, ayudado por Agnes Aurelio, mala patentada de estas producciones, que ofrece un combate final sin desperdicio para dejarnos con los ojos fuera de las órbitas.
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