«Pese a las muy malas críticas, Kitchen, adaptación de la célebre novela homónima de Banana Yoshimoto, es una gran película, tanto estilística como filmográficamente.
Acogida friamente por la crítica en su salida en Hong Kong, Kitchen merece pese a todo estar considerada entre la más grandes películas de los noventa.
Probablemente decepcionados por este nuevo film de Yim Ho, que no les había hasta el presente habituado a este tipo de película (se había llevado el premio al Mejor director en el Festival de Berlín por The sun has ears y su anterior película, The day the sun turned cold, era muy sobria), los críticos no le han dejado pasar una al autor.
Cierto que el Kitchen de Yo se aleja, mucho a veces, de la historia original de Banana Yoshimoto. Pero el hecho de no seguir palabra a palabra la novela en la que se inspira, no hace una mala película.
Esta adaptación sigue a Aggie (Tomita Yasuko), huérfana tras la muerte de su abuela, que se encuentra acogida ppor Louie (Jordan Chan) un joven peluquero excéntrico, y su "madre", Emma (Law Ka-ying), propietaria de un club. Aggie aprende poco a poco a vivir de nuevo, pese al dolor y la pena y mantiene un amor casi platónico con Louie. (...)
La mayor diferencia entre este segunda adaptación de Kitchen (la primera fue realizada en Japón en 1989 por Yoshimitsu Morita) y la obra original es el cambio de narrador. En el libro todo está contado desde el punto de vista de Aggie. Yim Ho por su parte, decide dar el papel principal a Louie, interpretado con gran delicadeza por Jordan Chan (Young and dangerous). Este cambio de la situación, que irritó enormemente y desorientó a numeroso críticos, lleva sutilmente al espectador a comprender lo que Aggie siente tras la muerte de su abuela. Una forma de empatía que uno no podía vivir con la lectura de la novela dado que esta comenzaba directamente por este trágico acontecimiento.
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Yim Ho, que ha claramente metido mucho corazón en esta película, sabe construir el ambiente de melancolía y tristeza itinerante de la novela, gracias notablemente a la magnífica fotografía de Poon Hang-sang (del que ya habiamos podido apreciar su talento en Heroic trio, Center stage o Red Dust) y a una dirección artística de las más conseguidas de James Leung Wah Saang (Hard boiled, Bullet in the head, Swordsman...) y de Jason Miu Siu Gei (Love of the last empress, Last hero in China...)
Los actores dan grandes interpretaciones de sus personajes. Law Ka-ying es probablemente el más que sorprende en su papel de "padre-madre". Jordan Chan nos impresiona también en un papel del que uno no esperaba mucho de él. Prueba, si era necesario, de su calidad como actor.
En cuanto a Yoshimitsu Morita, fue vivamente criticada. En parte porque nadie comprendió la elección del director de una actriz japonesa que no hablaba ni una palabra de cantonés. Pese a lo cual, aún cuando es cierto que Morita no parece china, el papel le va como anillo al dedo, y su propio estilo, mezcla de tristeza y dulzura, le vienen muy bien al personaje de Aggie.
Kitchen, para ser plenamente apreciada, debe ser tomada como una obra única y disociada de su base de partida que es la novela de Banana Yoshimoto. Los fans de la novelista estarán decepcionados por esta adaptación, por faltar a su espíritu probablemente, pero Kitchen es, y quedará, como una película de una extraña belleza.»
[Fuente: Eastside. Julien Sévéon, originalmente para Tsunami n°2]
A taste for the unusual (AsiaWeek)