Enorme paranoia (o ida de olla) autobiográfica que repasa todos los elementos característicos del cine de Kitano (el mar, los yakuzas, el humor negro, el claqué, etc.) en los sueños de su álter ego fracasado. Tiene escenas graciosas e interesantes, y para los amantes de su cine puede resultar curiosa, incluso buena, pero el giro totalmente surrealista que se da a media película la vuelve muy confusa y a la postre repetitiva (y por lo tanto, aburrida). Además, carece de banda sonora casi por completo, algo bastante raro en su filmografía. Ahora entiendo por qué algunos críticos hablaban de "suicidio artístico". A mí, desde luego, me decepcionó mucho, aunque reconozco que por ser del maestro le doy un aprovado justito.