¡Hola, comunidad!
¡Qué preciosa poética de Oguri! Bastante hermética a veces, muy contemplativa otras, de una fotografía fascinante siempre, con una belleza intrigante... Su naturaleza la contiene: si esperas que pase algo, lo que pasa es el agua, el tiempo, la vida; si esperas que gire algo, lo que gira es el molino de agua, el tiempo, los planetas... la vida, con pérdida y recuperación. De a ratos me pareció escuchar ecos de otras poéticas: del pastoral Terayama, del existencialista Akio Jissoji... hacía tiempo que no me encontraba con un lirismo tan medido. Eso sí: como digo, su naturaleza de poética de autor la contiene. Por eso creo, daehara, que tu empeño en desentrañarla es tan hermoso como imposible: Sleeping Man se presiente, se atisba... es un estado emocional más que una trama. Cuanto más trate uno de ceñirla, más inaprensible se mostrará. De alguna manera, Oguri logra sustanciar el paso del tiempo, el tiempo mismo. ¿Cómo? No lo sé aún.
Además, como diría un andaluz, ustedes vosotros pueden reírse, pero yo me he sorprendido recordando a Tai Kato y su habilidad para rodar exteriores como los de esta película; especialmente esa textura, ese grano, esa majestuosidad de bosque; ese verde húmedo, ese marrón frondoso... Tras verla, yo no puedo concluir nada. Sólo sé que uno acaricia el tejido del tiempo y la naturaleza, que uno escucha a la muerte hablando con los vivos en una obra de Noh.
¡Muy hermosa!