Pero un día de estos os ripeo si quereis uno de los extras de Yokai en los que rebeldemente le lame el culo (por usar un lenguaje que seguro que le mola) al productor de la película (de hecho, su mayor orgullo en esta película, según él mismo, es haber cumplido los plazos de rodaje y no haberle hecho perder dinero al productor). Igual luego se va de putas (con la familia, porque está casado y con hijos jeje), pero joder, que tiene una imagen que defender...
Pero coño, claro que hace las pelis por dinero. Ahora cítame un director que sea capaz de hacer una peli "familiar" como "Yokai..." justo después de rodar una salvajada filosófico-nihilista-fantástica como Izo, con masacres, con saltos en el tiempo, con tías sacándose espadas del coño... ¿Ron Howard?. ¿Isabel Coixet?. Venga, coño, dímelo.
Eso es lo que tiene Miike, joder, que no es prisionero de una imagen o de una fama. No es un tío que diga "dios, ahora soy un cineasta superconocido y tengo que rodar algo superimportante y super-personal para demostar que soy un autor del copón". Miike no es esa clase de director (por lo menos de momento, a ver cuando se le sube a la cabeza y se pone a hacer pelis con enjundia y tintes autobiográficos o algo así).
El rueda lo que sea, ya sea por dinero o porque le apetece (es de suponer que "Visitor Q" no la rodó por el dinero que fuera a ganar...). Y es capaz de rodar desde la chorrada más comercial (aún me acuerdo del impacto de ver "Andromedia" y sus número musical de grupo pop para adolescentes) a verdaderas bestialidades punkarras como "Visitor Q" o "Ichi The Killer", de esas que la gente supersensible y sin puta idea de cine frunce el ceño cuando las mencionas porque ellos no van al cine a ver cosas feas sino pelis bonitas con fotografía preciosa y buenos sentimientos. O sea, la que recomienda ese mes Fotogramas.
Miike no disimula nada ni se va de nada. Esas lamidas de culo que tú ves (y será porque piensas que en Japón les regalan el dinero a los directores para hacer películas de mierda que jamás se estrenan, como pasa en España) son sinceridad. El tío hace las pelis que le pagan por hacer y las hace con solvencia. Y las rueda a toda pastilla y con toques bastante locos que supongo que los productores le dejan meter porque saben que ya tiene fama y que sus locuras son divertidas.
Sobre su vida familiar no sé, pero si me he de fiar por lo que veo en pelis (o en Shin Chan, donde se veía al padre borracho en un local de travestis con su jefe de la oficina), en Japón el tener familia y el irse de copas y putas después del curro no es incompatible... bueno, en Japón y en ningún sitio... je... pero ellos parece que lo tienen más asumido, quizá porque no cargan con la represion judeo-cristiana y saben lo que hay o porque no se la andan pillando con papel de fumar como los gaijin. Yo que sé.