Vista ayer o anteayer. En este hilo hay muchas páginas pero los comentarios empiezan en la p. 4, con éste de sesilu que me va a ahorrar escribir
dos puntos :
(1) He disfrutado como un niño con un saco de piruletas, y como me he reido en algunos momentos. Y pensar que en mi inocencia pensaba que el Obayashi de los primeros ochenta era desmadrado
(2) Y me he reido mucho. Sin duda la mas cómica de las que he visto de este loco genial, incluidos los rios de sangre, desmembramientos masivos y demás presuntos dejes terroríficos.
(...)
Pd: La karateka se ha llevado todo mi cariño y admiración. Que tipa. (spoiler, ver mensaje original)
Suscribo el punto 1 y el 2, me lo pasé bomba. Respecto de los ochenta no sé, pero justo cuando estaba viendo esta peli estaba pensando que si me parecía tan ochentera su estética eso significaba que los ochenta fueron una prolongación de los setenta...
Eso podría haberse evitado con un poquito –un poquito habría bastado– de música postjipiosa, pero no es el caso. Hay algunos momentos funk rarillos (esa clase de funk-jazz que se oye en pelis de «miedo» de esa época) pero por suerte no son lo bastante melenudos
También debo suscribir lo de Kunfú, «la karateka»
En cuanto a la protagonista Kimiko Ikegami, «Oshare» (o, según imdb, «Angel»), tiene –al menos a esa edad y en esta peli– varios ángulos que me recordaban cosa mala a Kazuko Yamamoto, una actriz poco conocida pero que para mí es inolvidable como la «mala» de Blue Mountains (Imai, 1949) y que sale de secundaria en numerosas pelis de los cincuenta. Y que tenía una cara muy peculiar. Qué curioso el parecido.
Otro asunto subjetivamente importante es la presencia de Haruko Wanibuchi: sí, otra vez la ex-Nobuko-chan de la que hablé hace poco con motivo de esa adaptación de Kosuke Kindaichi,
Devil's Flute (1979). Aquí la Wanibuchi es la bella futura madrastra de Oshare que indirectamente logra que las siete niñas se vayan a esa Casa que tiene tanto Gato (más suelto que encerrado), y que al final constituye ella misma el «último plato» de la película, hehe.
Y otro detallito gracioso: el cameo del personaje (que no el actor) de Tora-san. No sé qué pinta, pero aparece en una escena en que el profe-que-nunca-llega se toma unos fideos en un puesto de eso, fideos, tallarines, ramen, llámalos como quieras (pero nunca
noodles)
Hale, voy por la siguiente.