Bueno, supongo que como cinéfilos todos tenemos nuestros debes y uno mio era no haber visto muchas de Naruse (poco más de una decena). Ayer vi este Ukigumo, de momento mi favorita de Naruse y un salto importante respecto a su obra anterior. Es como si Naruse, tras haber convertido en canon un estilo, se lanzase a buscar algo más. Porque las típicas conversaciones de interiores de Naruse, con sus juegos con la profundidad de campo o su manera de magnificar los silencios y las miradas, lo combina aquí con largos paseos de exteriores (quizás ya aventurados en algunas anteriores como Hermano y hermana o La voz de la montaña) para transformar la tragedia de los protagonistas en la tragedia de todo un pais, un poco a la manera del neorrealismo italiano. Naruse filma la pobreza, los campamentos de chabolas, la suciedad y la miseria de miles de personas, abandonadas, desesperadas, tras la claudicación de Japón. Hay una dimensión histórica inaudita hasta este punto en su cine.
Esta gravedad historicista quizás le resta algo de forma conceptual a la película, pero se puede considerar necesario llegados a este punto de la carrera de Naruse. Es un buen contrapunto a La voz de la montaña, del mismo año, más íntima, más cerrada sobre sí misma, mientras que esta tiene una vocación cronológica.
Una película maravillosa y fundamental para entender la historia del cine japonés y el propio devenir de Japón desde el final de la guerra.