Nuevo lanzamiento, y esta vez le toca el turno a una comedia, para recuperar el pulso tras Till death do us part
. Y nadie mejor que Michael Hui para esta labor... Comedia delirante, otra de sus obras importantes, ya sin sus dos hermanos y todavía dirigiendo (más adelante, delegaría esa labor en gente de confianza, como Clifton Ko), Teppanyaki barre de nuevo en las taquillas y ofrece un Hui que no llega al nivel de The private eyes o Security unlimited a nivel de dirección pero si que las alcanza y de qué manera a nivel de humor, un humor más desenfrenado, noventa minutos para reir sin parar, con las peripecias de este cocinero mujeriego, humillado constantemente por su suegro y su mujer. Un puñado de gags memorables con un Michael Hui que campa a lo ancho y a lo largo de la película, tremendo. Imprescindible.