Ahí la tenía, entre tantas películas que voy descargando y que voy guardando celosamente para cuando llegue uno de esos momentos mágicos, el momento único y especial elegido para cada una de ellas...
Y esta noche ha sido el momento de 'Hasta que la muerte nos separe'... título que, como bien dice Silien, nos engaña...
Esta noche era ese momento porque necesitaba creer, necesitaba creer en lo que no se puede creer...
Y justamente, al contrario de lo que esperaba, esta película nos habla de lo perjudicial que puede resultar creer en los cuentos de hadas... en lo dañino que puede ser tener fe en palabras como estas, lanzadas desde un altar o en un simple banco del parque... palabras que deberían sernos las más dulces pero que la vida nos las ha hecho ver de lo más cursis... 'Hasta que la muerte nos separe'...
Como ya habéis comentado, ni buenos ni malos, es, sencillamente, la maldita vida...
No me gustaría estar haciendo un alegato en contra de ningún tipo de fe, pero después de lo que una acaba de presenciar, la desolación es tan extrema que...
En la antigua Grecia, el público de las tragedias, mediante la catarsis, purificaba su espíritu. Presenciando, implicándose y sufriendo al fin y al cabo, el dolor, la injusticia o el castigo que se le mostraba en escena, sentían su alma limpia...
Pero a mí, el alma, se me ha llenado de amargura...
No soy amante de la lágrima fácil, de hecho hace poco vi 'Il mare' y me decepcionó profundamente, tan profundamente como me ha conmocionado esta...
Absolutamente impresionante.