¡...y hoy por fin ya se bajó!
Muchas gracias otra vez.
Por cierto, gran peli, entretenida, muy divertida, aunque triste al final. Pero va en la línea habitual de Motohiro, de sátira y ridiculización de los usos y costumbres del Japón de hoy, rozando el esperpento. Sigo pensando que este director es el Juzo Itami de comienzos del siglo XXI.
Un saludo