Subida traducción al castellano de esta famosa (y olvidada) obra de Jissoji, también uno de los directores olvidados del Art Theater Guild y -al menos para mí- uno de los más interesantes.
Lo cierto es que es ideal ver de vez en cuando lo que el ATG produjo. Auténtico cine independiente, ingenuo a la vez que valiente y con una puesta en escena atrevida. Quizá esta no sea el ejemplo más destacado de ello, pero bueno... nunca está de más recomendar a los del ATG. Quizá por eso es un buen punto de partida para aquellos que quieran conocer este cine.
Puede que suelte algún spoiler, aviso.
Tenemos una gran fotografía, planos cortados, primerísimos planos descuadrados, música clásica para ambientar, y un guión menos conceptual de lo habitual, aunque siempre poniendo ese contrapunto de lo espiritual frente a la sociedad moderna (de aquella época). Al contrario de lo que pasaba en Mandara, en la que había una clara búsqueda espiritual por cada uno de sus personajes hacia un "algo" superior (habla mi recuerdo sobre el film tras varios visionados para subtitularla), en esta no llega a concretarse tanto y nos quedamos en lo mundano. En la vida que viven distintos personajes de una misma casa. El abogado ricachón, que no necesita trabajar porque está forrado por el dinero de su familia, preocupado por no mancillar su apellido: Moriyama, su ayudante, aspirante a abogado fracasado, que quiere opositar pero nunca se esfuerza, la mujer del abogado aburrida de estar podrida de dinero, el hermano, un pendenciero que vive la vida sin preocupaciones, la criada que de sirvienta tiene poco y de descarada mucho... Y en medio de todos, Jun, un criado de una familia que desde hace generaciones sirve a los Moriyama, el personaje más anormal y raro de todos, y sin embargo el único que al final nos inspira simpatía, ya que parece ser el único conectado realmente con la vida. Y esto es uno de los grandes logros de la peli, porque lo cierto es que al principio no parece así. Y sin embargo, la historia hace que los personajes "normales", con sus actuaciones (¡ojo! completamente naturales, reales y creíbles, puesto que no hacen nada que no sea posible), son los que nos resulten ajenos a la vida, a lo espiritual, a lo que de verdad parece importar.
El final de la peli en su último plano quizá nos acerca al fin de esa espiritualidad. Se rinde a la evidencia de que la sociedad moderna se ha comido algo de nosotros. Y lo único que queda de todo eso... está viejo y enfermo y vive perdido en mitad de la montaña.