Aunque la película peca de una sensiblería tremebunda, es refrescante ver una peli que pone al ejército de los USA como malos y tontos.
Los estadounidenses nunca se cortan a la hora de llenar sus pelis bélicas o de acción de parodias maniqueistas y xenófobas de árabes, orientales, rusos e incluso europeos.
Aunque esta peli peque de lo mismo, por una vez son los dichosos estadounidenses los que sufren la parodía y quedan a la altura de la mierda.
Y admiro a los coreanos que pueden y se atreven a hacer pelis que, en estos tiempos de dominio global de los USA, muestran a el todopoderoso ejército del Tio Sam como una panda de asesinos, torturadores e hijos de puta.
Con dos cojones. Una ovación para el director y para el cine coreano, para mí, sin duda, el mejor cine del mundo en estos momentos.