Pues al final era verdad que me iba a gustar, muy potita...
Una película romántica que no tira en la parte más dramática de una enfermedad incurable ya es agradable de ver, y los protagonistas están muy bien.
Y qué cambiado está uno de los aquí secundarios, Kim Soo-ro, el que hace de amigo repostero del protagonista masculino (el de las madeleines esas), al que resulta que sólo le he reconocido por la voz, está muy joven, pero claro, es que esta película ya tiene 9 años, así como quien no quiere la cosa.
Por mi parte un "Imprescindible".