Vaya película... madre mia... la vi ayer y todavía estoy conmocionado. ¡Qué violencia! Peli ruda y directa, sin medias tintas. Como era el buen cine de Hong Kong, sin rollos psicológicos, ni dobles juegos, ni gestos de estilo pronunciados... Bueno, obviamente tiene estilo, estilazo, pero sin resultar petulante ni pretencioso. Esto es puro Hong Kong, registro (documental a su modo) del crecimiento descontrolado de una ciudad.
Hermosa y melancólica banda sonora, como contrapunto a la hiperviolencia de las imágenes.
Muy buena.