Me acabo de reconciliar con este director
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Por el tema central de la película, el ataque al metro de Tokio por parte de la secta La Verdad Suprema, podría relancionarse fácilmente con Distance, pero si hay que buscar un referente para su contenido argumental, debemos fijarnos sobre todo en Nobody Knows. Con ella comparte su preocupación por el abandono educativo y afectivo que sufre la juventud japonesa, su desorientación dentro de la sociedad y la distancia cada vez más insalvable entre padres e hijos, aunque en Nobody Knows esa reflexión surge de la contemplación del día a día de los niños, con un estilo más cercano al documental, y Canary sigue un camino más narrativo y digamos... Más místico (el protagonista en su búsqueda sufre un proceso de descubrimiento espiritual). En realidad, también tiene muchos puntos en común con Harmful Insect, pero esta está más conseguida, aquella no acababa de definir bien su discurso. No alcanza la sutil maestría de Kore-eda, pero desde luego es de lo mejor que llevo visto este año. Le doy un imprescindible.