Primer película de la directora japonesa Naomi Kawase (Shara), Cámara de oro en el Festival de Cannes.
La película es una pequeña joya, y seguramente (y digo seguramente porque aún no he visto nada más de esta mujer), apunta ya una forma de rodar muy personal, hecha de imágenes, rostros (grandes momentos de esta película), lugares, espacios, sonidos (a veces mínimos, como el de la campanilla agitada por el viento que puntea constantemente esta película), en definitiva, un cine impresionista, hecho de pequeños trazos, un cine de sensaciones.
La película tiene subtítulos en francés en la imagen y la calidad no es precisamente para echar cohetes, más bien todo lo contrario... Un lástima... Miremos el aspecto positivo: tiene subtítulos en castellano míos
. Disfrutarla. Ni el peor ripeador del mundo podría acabar con la belleza de esta película...