· EL PINKU EIGA ·
Literalmente Cine Rosa (cine erótico). Todavía existen ciertas discrepancias sobre la fecha del comienzo del género. Muchos señalan la película Hakujitsumu (Soñando despierto, 1964, basada en una novela de Junichiro Tanizaki) de Tetsuji Takechi, considerado el padre del pinku-eiga, como el primer ejemplo de este género. Otros marcan el inicio del pinku eiga con Nikutai No Ichiba (Mercado de Carne), de Satoru Kobayashi (uno de los directores japoneses más prolíficos con más de 400 filmes en su haber), cuyo estreno, en Marzo de 1962, produjo un auténtico escándalo en el país lo que no le impidió, y quizás como resultado de ello, obtener un éxito tremendo de taquilla aún cuando algunas escenas fueron cortadas tras ir a juicio por obscenidad, el cual de todas maneras ganó.
Sin embargo, los inicios del pinku eiga, cuyo término fue acuñado por el crítico Minoru Murai en 1963 pero cuyo uso no se generalizó hasta finales de los 60, se podrían remontar a las películas de adolescentes rebeldes o taiyozoku de los años cincuenta o aquellas donde buceadoras de perlas (ama) aparecían con camisetas blancas mojadas o incluso en toples. Películas como las protagonizadas por Michiko Maeda de atributos pectorales bastante sobresaliente. Onna Shinjuo no Fukushu (La Venganza de la Reina de las Perlas) y Ama no Senritsu (Buceadora de Perlas Tiembla de Miedo) de 1956 son algunos ejemplos de estas series. Curiosamente, en la década de los 50 hubo un boom de filmes de sexo juvenil con títulos tan sugerentes como Aru Fujinka no Kokuhaku(Confesiones de un Ginecólogo), Hitozuma no Seiten (Manual Sexual de Mujeres Casadas), Dotei (El Virgen), Yoru no Mibojin (Viudas de la Noche), Otome no Seiten (Manual Sexual de una Virgen), Otome no Shinsatsushitsu (Clínica de Vírgenes).
Pero mientras que las películas de Tetsuji Takechi recibían la atención principalmente dee las autoridades japonesas y los medios de comunicación en general del país, los pinku eiga de Koji Wakamatsu, gracias a su contenido político radical, eran proyectados en festivales europeos como el de Berlín, donde en 1965 se exhibía (Kabe no Naka no Himegoto) (Secretos tras los Muros) y elevaban la reputación del género entre la crítica japonesa.
A principios de los años sesenta el cine japonés comenzaba un periodo de crísis. En 1962, por ejemplo, el número de espectadores que acudían a las salas de cine se rebajó a la mitad con respecto al billón de visitas realizadas en 1958. Ese mismo año la producción de películas se rebajó en un 30%. Mientras tanto el número de producciones independientes, en especial eróticas, comenzaban a proliferar. En 1962 se realizaron 4 películas eróticas, en 1964 fueron 58 y en 1969 el número de producciones independientes de pinku eiga alcanzó las 250. En los años 70, concretamente en 1971, estudios como Toei y Nikkatsu comenzaban la producción de su propio tipo de pinku eiga, Pinky Violence la primera, Roman Porno la segunda. Mientras que la realización de filmes de pinky violence por parte de Toei solo duró hasta finales de los setenta, Nikkatsu continuó manufacturando sus films roman porno hasta 1988. Hoy en día el género del pinku eiga todavía continua dominando el mercado japonés. La producción de la mayoría de estas películas ahora corre a cinco compañias independientes: Okura, Kokuei, Excess, Shintoho y ENK. Aunque la casi totalidad del género está destinada al espectador de mediana edad, actualmente se ha despertado un nuevo interés por el pinku eiga, especialmente su rama más de arte y ensayo, entre audiencias de veinte y treintañeros.
El pinku eiga sigue siendo una escuela de aprendizaje para jóvenes realizadores, la opción de muchos para experimentar con el medio. No en vano directores como Kyoshi Kurosawa, Hideo Nakata, Yojiro Takita o Masayuki Suo entre otros comenzaron sus respectivas carreras en el mundo del pinku eiga. Las bases del éste siguen siendo las mismas: bajísimos presupuestos, actualmente de poco más de 3 millones de yenes, que cubren todos los gastos de producción y post-producción, metraje de poco más de una hora de duración donde los directores están obligados a incluir 4 o 5 escenas eróticas pero donde pueden hacer lo que quieran con el resto del mismo, y lo más importante, evitar mostrar los genitales y el vello púbico.
Pinky Violence
Respuesta erótica de la productora Toei al inicio de pelú€ulas roman-porno por parte de Nikkatsu en 1971. Dentro del Pinky Violence se pueden apreciar tres diferentes subgéneros: Shigeki Rosen (lú‹ea sensacional), Ijoseiai Rosen (lú‹ea anormal) y Harenchi Rosen (lú‹ea desvergonzada), caracterizados por su historias de sexo salvaje o su combinación de sexo y violencia. Estas pelú€ulas normalmente acompañaban, en programas dobles a, las principales en cartelera, pelú€ulas de yakuzas.
Por supuesto, como casi siempre ocurre en Japón con largometrajes de éxito popular, muchos trabajos de esta rama del pinku-eiga tuvieron su continuación en series tales como las de Onsen Geishas (geishas de baños termales), Tokugawa Onna (mujeres de la era Tokugawa, un ejemplo de estas series es Tokugawa Onna Keizu, [geneologú} de mujeres del periodo Tokugawa, 1968]), Sukeban (bandas de chicas de reformatorio) o Furyo Bancho (La jefa delincuente).
Entre los directores más destacados del Pinky Violence tenemos a Teruo Ishii (presente en el festival de Udine del 2003) con su macabra mezcla de comedia, perversidad, sadismo y tortura en largometrajes como los de las series de ocho entregas [1968-1973] Tokugawa onna keibatsushi (Mujeres del periodo Tokugawa castigadas a muerte, aunque en occidente se han estrenado con tú‘ulos como Criminal Women [mujeres criminales], The Joys of Torture[los placeres de la tortura] y Onsen Anma Geisha (Geishas masajistas de baños termales, 1968). Ishii también dirigiEun filme en el que que los torturados eran hombres, Yakuza Keibatsu Shi: Rinchi! (Yakuzas torturados a muerte: Linchamiento!) cuya primera, y más interesante, parte tiene lugar en la época Tokugawa, mientras que el resto del largometraje se desarrolla en un entorno contemporáneo y toma una perspectiva más convencional del género de yakuzas. (Para los interesados, esta pelú€ula se encuentra disponible a través del sello holandés Japan Shock!).
A principios de los 70 Toei comenzEa importar actrices porno occidentales para protagonizar algunas de sus filmes de Pinky Violence, pero que , aún con estas nuevas aportaciones al Pinky Violencia, no consiguieron contener el continuo declive del género que se agudizarú} a finales de los setenta.
Roman Porno
El enorme éxito del Pinku Eiga hizo que los estudios produjeran su propias películas eróticas. En 1971 Toei comenzó sus series de chicas malas o películas Pinky Violence. Por otro lado, ese mismo año Nikkatsu hacía lo suyo con sus legendarios Roman Porno (Romantic Pornography). Aclarar que estos trabajos no tenían nada de pornográfico. El sexo era siempre simulado y por supuesto no se podían mostrar las partes privadas o el vello púbico. Los directores debían hacer uso de todo tipo de trucos para no mostrar las partes privadas, normalmente obtando por poner una gama variada de objetos, floreros, teteras, estufas, entre la cámara y el objeto censurado. Esta prohibición todavía sigue vigente en los AV o Adult Video los cuales deben hacer uso de técnicas como el fogging, donde las partes privadas aparecen desenfocada, o efectos mosáico (Miike Takashi utiliza el efecto mosáico para autocensurar algunas escenas de desnudos en muchas de sus películas como Dead or Alive 2, Full Metal Yakuza o Agitator). Actualmente, películas no eróticas o eróticas, pero de una calidad artística o literaria constatada, que contengan desnudos frontales pueden ser exhibidas sin ningún tipo de censura. Éste fue el caso de Kagi (La llave) dirigida por Toshiaru Ikeda en 1988, la cual se convirtió en el primer largometraje en Japón en mostrar desnudos frontales gracias a que estaba basada en una famosa novela del distinguido y respetado escritor Junichiro Tanizaki.
El primer título del roman porno de Nikkatsu fue Danchizuma Hirusagari no Joji (Apartamento de una Esposa: una Aventura Amorosa por la Tarde, también conocida por su título en inglés From Three to Sex, Del Tres al Sexo) de Shogoro Nishimura. Aunque existen ciertas similitudes entre las roman porno y los pinku eiga en general, también se pueden advertir significantes diferencias. Los pinku eiga eran normalmente rodadas en exteriores por un pequeño equipo de rodaje, normalmente semi-profesional, mientras que las producciones de Nikkatsu se realizaban bajos las directivas del sistema de estudio, el cual contaba con un equipo de profesionales altamente cualificados. Como ocurría con otros estudios, por ejemplo Toho hoy en día solo produce un puñado de películas al año concentrándose, a través de su Toho Plex en la distribución y exhibición de largometrajes japoneses y extranjeros, Nikkatsu contaba con su propia red de distribución de sus películas ya que poseía una cadena de cines a lo largo y ancho del país. Pero la principal diferencia era el presupuesto de sus películas el cual, aunque no llegaba a la escala del de una película regular, superaba con creces al de la típica pinku eiga.
A pesar de los trabajos de Koji Wakamatsu dentro del pinku eiga, el roman porno siempre ha sido la rama preferida del género erótico por parte de la crítica especializada. Su reputación se vio cementada por los trabajos de directores tan respetados dentro del roman porno como fueron Tatsumi Kumashiro, Noboru Tanaka (Watcher in the Attic), Chusei Sone, Masaru Konuma y Shogoro Nishimura. El roman porno también tenía su propio star system encabezado por actrices tales como Naomi Tami (especialista en roman porno SM) y Junko Miyashita (Watcher in the Attic). Otros nombres populares fueron Jun Miho, Hiroko Isayama, Moeko Ezawa, Yoko Hatanaka, Sayuri Ichijo, Reiko Nakamura, Keiko Sekine, Rei Nakagawa, Akemi Nijo, Etsuko Hara y Mina Asami.
En los ochenta, con la rápida popularidad del video, el Nikkatsu roman porno, y el cine japonés en general que ya daba signos de malestar a principios de los años setenta, entró en un periodo de crisis. En junio de 1988 Nikkatsu dio por finalizada la producción de roman porno tras un total de más 1.100 filmes en dieciocho años de actividad. Su último título fue Megami tachi no Hohoemi (La Sonrisa de la Diosa) de Takashi Kodama, aunque otras fuentes citan a Rabegemu ha Owaranai (Juegos Amorosos Sin Fin, The Flash of Capital: Film and Geopolitics in Japan de Eric Cazdyn, p.287) como el filme que puso el broche final a la producción de roman porno. En los últimos años se ha visto un nuevo interés por el roman porno con un festival anual en Tokio muy popular entre las mujeres jóvenes.
Ero-guro (erótico grotesco)
El ero-guru (también denominado en algunas ocasiones como ero-guro-nansensu, erótico, grotesco y sin sentido), una abreviación de los términos erotismo y grotesco, se hizo muy popular en los movimientos literarios y artísticos de la década de los 20 y 30 (ésto es durante el periodo Taisho y principios del periodo Showa). Quizás la figura más representativa de este movimiento sea Edogawa Rampo (1894-1965), un autor muy popular especializado en novelas de misterio y terror.
No obstante las raíces del ero-guru se pueden encontrar en los trabajos de los escritores y pintores del periodo Edo (1600-1867), como el artista Kawanabe Kyosai (1831-1889) e incluso el gran maestro del ukiyo-e (pinturas del mundo flotante), Katsushika Hokusai (1760-1849), especialmente su set de 5 grabados de la colección Hyaku monogatari (Cien historias), inquietantes pinturas de fantasmas y monstruos japoneses (yokai). Otros artistas a destacar son Ochiai Yoshiiku (1833-1904) y Tsukioka Yoshitoshi (1839-1892), ambos discípulos del maestro Utagawa Kuniyoshi (1797-1861). Yotshitoshi es considerado como el último gran maestro del ukiyo-e y es el creador de la bizarra colección de 36 Nuevas Formas de Fantastmas (1889-1892). Estos artistas ilustraban historias aparecidas en periódicos (nishiki-e shimbun) con grabados donde se representaban sucesos diarios de una forma grotesca y ocasionalmente sangrienta para satisfacer el gusto del público mayoritario por historias de envidia, orgullo y lujuria. Aunque rivales en el arte del nishiki-e cuya breve popularidad sólo duró hasta finales de la década de los setenta del siglo XIX, ambos artistas colaboraron en una serie de 28 grabados provocadores y horrorosos titulados Eimei Nijuhasshuku, que se podría traducir como 28 versos plebeyos sobre figuras gloriosas. Las muza-e (pinturas atroces) de este Eimei hicieron todo un espectáculo de las figuras de los criminales más notorios del historia de Japón y quwse convirtieron en un prototipo para las futuras colaboraciones entre artistas y escritores para la publicación de noticias nishiki-e. Dado su cáracter sensacionalista el ero-guro es a veces considerado como un movimiento frívolo, efectista y superficial. No obstante y especialmente durante el periodo Taisho y principios del periodo Showa, tal movimiento tenía un carácter subversivo y antigubernamental en un periodo de creciente militarización y represión del gobierno japonés. Más recientemente se podría a incluir dentro de esta categoría al manga-ka Suehiro Maruo por trabajos como Midori, la Chica de las Camelias o Ultra-gash Inferno.
Por su parte, Teruo Ishii es el mejor representante del ero-guro en el cine japonés. Algo que atestiguan largometrajes como los de la serie de ocho entregas [1968-1973] Tokugawa onna keibatsushi (Mujeres del periodo Tokugawa castigadas a muerte, aunque en occidente se han estrenado con tí‘ulos como Criminal Women [mujeres criminales], The Joys of Torture [los placeres de la tortura]) con una mezcla macabra de comedia, perversidad, sadismo y tortura (bondage) o la obra de culto Kyofu Kikei Ningen (1969, El terror de los hombres malformados, cuyo lanzamiento en video o DVD en Japón y su retransmisión en la televisión del país sigue siendo prohibido por su propia productora, Toei) y más recientemente Moju tai Issunboshi (2001, La bestia ciega contra pulgarcito), ambas basadas en cuentos de Edogawa Rampo, del cual Ishii es un gran admirador. A raíz de la celebración del centenario del autor en 1994 se ha visto un nuevo interés por adaptar algunos de sus trabajos para la gran pantalla. Algunos ejemplos han sido Yaneura no Sanposha (Akio Jissoji, 1993, adaptada anteriormente por Noboru Tanaka en 1976), Oshie to Tabi Suru Otoko (Toru Kawashima, El hombre que viaja con un grabado, 1992), Soseji (Shinya Tsukamoto, Gemelos, 1999). Para marzo del año que viene se espera el estreno de un nuevo filme basado en relatos del autor compuesto de cuatro cortos que lleva el título de Rampo Jigoku (El infierno de Rampo) . Los cortos estarán dirigidos por Suguru Takeuchi (Kasei no Unga, Los canales de marte), Akio Jissoji (Kagami Jigoku, El espejo infernal), Hisayasu Sato (Imomushi, La oruga) y Atsushi Kaneko (Mushi, Gusanos).
AV
En Japón las sílabas AV normalmente significan Adult Video (no confundirlas con Audio Visual, su uso más común en los países de habla inglesa). La industria del cine porno en Japón emergió a finales de los años 40 y tuvo su boom a principios de los cincuenta. Estas primeras películas porno denominadas blue films eran normalmente producciones ilegales de no más de veinte minutos de duración. El largometraje de Shohei Imamura, The Pornographers, sigue las andanzas de un grupo de hombres que se dedican a producir y vender este tipo de películas, las cuales se las denomina eroeiga (película erótica), a hombres de negocios. El cine porno ilegal se vió eclipsado en los años sesenta y setenta por la decisión de las productoras cinematográficas más importantes del país de producir filmes eróticos (Pinku Eiga). Con la llegada del vídeo a finales de los setenta, principios de los ochenta , el pinku eiga cedió su puesto privilegiado al Adult Video, el cual hizo su debú en 1983. Aunque, sus inicios fueron más o menos modestos, por 1991 ya se producían más de 3.600 filmes de carácter porno-erótico al año. Según VIDERIN, la asociación japonesa de ética del vídeo, ésta examinó desde 5000 hasta 8000 AV y CD-ROMs cada año en el periodo comprendido entre los años 2001-03.
La diferencia entre el porno japonés y el porno occidental es clara. En Japón todavía es ilegal mostrar las partes privadas o el vello púbico en filmes de contenido erótico (A partir de 1998 la ley se ha relajado con referencia a otro tipo de películas, ver (Roman Porno). Efectos mosaico siguen siendo el elemento más ulilizado para cubrir las partes censuradas. Por supuesto, existe un mercado ilegal, llamado uramedia o underground media, donde se puede obtener todo tipo de material porno sin censurar, incluído películas de video o uravideo (underground video).
Aclaración importante sobre los AV: Un AV no es más que una especie de vídeo porno a la japonesa y en Allzine no se admite pornografía. Las películas que en esta retro se incluyen dentro de la categoría "AV" son películas convencionales que tratan sobre el universo de los AVs, y sin necesidad de incluir ninguna escena erótica en ellos.
Algunas webs sobre AV idols (y sus vídeos):
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AV IDOL Database-
Japan-AV.com - japan av adult vcd