La verdad es que, lo mejor es la introducción.
Son dos minutos y medio aproximadamente.
Allí se resume cierto estereotipo del cine de los 90, el pulso videoclipero.
La forma de llevar el hilo de la historia también es muy propia de aquella época (no lo digo necesariamente como un elogio. Sí, soy un pesado
)
Pero la verdad es que está hecho de una forma cansina.
O es que lo malo de la idea, la vuelve cansina.
Al menos dura poco.
Kitano, aparece un rato los últimos 15 minutos, haciendo de bufón (el otro punto alto de la película)
Para gente completista y curiosa.