Amigos Allzineros:
Cómo pasa con muchas joyas niponas, suele suceder que la gente se deja seducir demasiado por los géneros. Bueno, suele suceder con la vida y sus etiquetas en el ámbito sociológico, pero eso abre una brecha filosófica que no me corresponde en este espacio.
Veo que muchos usuarios de Allzine (amigos foreros) utilizan un sistema de crítica bastante “descalificador” hacia la película en sí. En realidad, es entendible... y algo eficaz. Pero quita la complejidad que pueda encerrar en sí el film.
Me sucedió con Marebito. Marebito es una joya, un imprescindible. Pero por ser del creador de “Ju-On”, la gente le cayó arriba diciendo que no asustaba o era aburridísima. ¿Me doy a entender?
Marebito es un drama sobre lo desgarrador que es el ser humano en sí, y como la decadencia del mismo puede desencadenar factores de destrucción en su orbe.
Y Kansen es un film parecido en ese sentido.
Se advierte que a continuación, se presentan
GRANDES SPOILERS, ya que narraré gran parte de la película y su inadvertido final.
Si como criterio en una película de terror tomamos el clásico si “es o no es de pelos” o si es “aburridísima porqué no entendí nada”, mucha gente se va a despistar. No comparto aquellos que no recomiendan una película o la definen como “mala” por no haberla entendido.
Todo en Kansen tiene un porqué, y la misma requiere ser vista por lo menos tres veces para poder apreciarla al máximo y sacarle el jugo.
Partamos de la base que esta película [según mi humilde experiencia en cine asiático y lo denominado “de culto”] es de las cuales su final esta denominado como “Open Ended” o Final Abierto. Uno se basa de su sentido común, su intuición y de las pistas que el Director o creador nos aporta, para llegar a un final que nos deje conforme y satisfaga todas nuestras dudas. Por ejemplo, una película en la misma temática es “A Tale Of Two Sisters”. ¿Sufría ella de una enfermedad mental... o acaso era todo una maldición?
Los japoneses (y desde ya, los coreanos) juegan con dotar a sus películas de muchas metáforas y, a la vez, mucho simbolismo. Entonces, nos permiten la opción de decidir si todo esto tiene una salida científica o sobrenatural u fantástica.
Como la vida misma. J
Kansen significa en japonés “Infección”.
La película plantea (bajo una primera óptica) un hospital maldito y una infección que pudre los órganos vitales, llevando a los desdichados a una muerte dolorosa e inevitable. Me causó gracia [con todo el respeto posible] el comentario de Pismo, quién dijo “La película es absurda.” y "enfocan a una ambulancia todo el rato".
En un primer paso, eso nos muestra (con su insistencia) como estos médicos han perdido el sentido por la vocación, solo preocupándose por sus metas personales.m Desde esa ambulancia donde el paciente nunca es atendido, pasando por el anciano que se quiebra su tobillo en busca de ayuda hasta el hombre adolorido que no es atendido con calmantes por que ya no quedan.
Desde enfermeras no profesionales, hasta la psiquiatra con un ego tan grande que no le permite ver más allá de sus narices. La ambulancia, que tanto se repite [ja!creo que no más de tres veces], es el mismísimo Akai, el “doctor” que aparece como una aparición en toda la película. El es la imagen, la forma física de la culpa... infectándolos a todos con la misma. ¿Se dieron cuenta que las charlas con el doctor Akai siempre resultan en cuartos separados y no con todo el personal presente? Akai es el paciente ignorado por Akiba, el paciente quemado. Al morir, por culpa de una irresponsabilidad... y encima, queriendo ser ésta ocultada... Akai proyecta la culpa de los responsables de su muerte.
Entregándoles el infierno mental. Una muerte individual de la cual caen presos bajo su propio tormento;
1)-La enfermera que no sabía inyectar (que tanto dolor causo en Akai, porqué considerándolo en estado comatoso... practicaba con su cuerpo en vida) termina desangrándose hasta la muerte, víctima de sus propias jeringas.
2)-La enfermera con lengua de víbora, aquella que disfrutaba hablando mal de sus compañeras... recibe el mal de la misma forma.
3)-El doctor Uozumi quién, en un principio, negó medicamentos al paciente adolorido... terminó atormentado con alucinaciones y a la vez, preso de sus propias acusaciones. ¿Recuerdan haberle dicho al doctor más joven qué él no sabía suturar? Bueno, creo que antes de morir, Uozumi se arrepintió de sus palabras.
4)-La enfermera en jefe “esterilizaba” las jeringas de manera particular... lo que la llevó a una muerte similar, y muy dolorosa.
5)-La psiquiatra padece de un final admirable dentro de dos posibilidades [o tal vez ambas]. Muere presa de sus prejuicios como profesional (ya que clasifica de “enferma mental” a la señora mayor, y sin embargo... bien podría ser (y se prueba a lo largo de la película, viendo a Akai en el espejo) que la señora haya desarrollado habilidades paranormales luego de la muerte de su familia. Al mismo tiempo, el chico que llega al principio de la película (un adolescente con auriculares y unos tatuajes muy particulares) al final de la misma, es ignorado por la psiquiatra. Esto le trae la muerte, porqué también es responsable del decline humano que todos sufren y a la vez, presa de la culpa.
6)-Y hasta la última presencia del bien en la película, el doctor Akiba, termina traicionándose a si mismo y cae preso de su culpa... cuando da la orden de esconder el cuerpo de la víctima que se cobra la irresponsabilidad. Esconde su muerte en un lugar inalcanzable... y la película nos da la pista que terminó acabando de la misma forma, desintegrándose dentro de un casillero.
Deteniéndome en la pregunta que realiza LordVampir, retomo en lo mencionado anteriormente. La película nos incita a ver los tatuajes de ese joven muchacho. ¿En que se detiene la cámara? En un símbolo de Ying Yang. La balanza. El equilibrio.
La constante balanza entre el bien y el mal, la culpa y la inocencia, el olvido y la presencia. Lo verde y lo rojo.
Las hamacas, marcan una balanza. A lo largo de la película, las hamacas hacen un énfasis en mostrar la muerte de las personas en el hospital.
Y siempre es la hamaca de la derecha la que se balancea. ¿Será esa parte de la balanza la que corresponde a la culpa? Cuando todos mueren, y la venganza de Akai es consumada... ambas hamacas comienzan su balanceo... como equilibrio conseguido.
¿Soy groso, eh?
Hablando en serio, y siempre con la humildad en la palma de la mano, hay muchísimas teorías de cómo puede ser la película (acabo de dejarles la mía propia). Y es un placer para mí compartirla con ustedes. Propongo abrir un sub-foro en donde podamos darnos el lujo de analizar y debatir este tipo de películas. Cómo esta, como Suicide Club (Suicide Circle). Donde los que no hayan entendido algo, puedan dirigirse a esos que si tienen una óptica más clara de lo que es la película en sí. Creo que podemos aprovechar mucho más las películas realizando esto. ¿Qué opinan?
Finalizando y puntualizando, probando y comprobando... que la infección pudra los órganos vitales, significa que acaba con “aquello que da vida”. Aquí un simbolismo. La culpa y los sentimientos de condena, acaban con la vida [¿y porqué no también con la vida ética, profesional y moral] del personal del hospital.
Por cierto, me olvidaba de comentarles esto. Hace años, desde chico, siempre me interesé por la cultura asiática. Sobre todo la japonesa. Y eso me llevo a estudiar un poquito de su mitología. ¿Saben lo que es un “Kitsune” desde el punto de vista mitológico del gran Japón? Un zorro.
Recuerden al niño. Al niño con su mascara de zorro.
Los Kitsune son víctimas de sus propios sentimientos. Por lo tanto, sus emociones los lastiman o los distraen... [piensen en que el niño, ya sea por sus sentimientos de miedo o inocencia se ve lejos de las víctimas].
Los Kitsune también son notorios por ver las debilidades en alguien o algo… y en agravarlas pará que otros las puedan ver.
Estos zorros, en la mitología misma, son muy comunes por aparecer tanto en su forma animal como en su forma humana. Recuerden también que la máscara de zorro del niño era blanca, lo que nos indicaría que es un “Inari Kitsune” o lo que sería mejor traducido, un mensajero u guardián del Dios del arroz Inari. Estos eran los únicos espíritus Kitsune que tenían credibilidad como presagios y, a la vez, como guardianes. De todas maneras, a estos zorros blancos no se les era permitido intervenir en asuntos morales, a menos que fueran requeridos por los involucrados en estos asuntos. Teniendo esto en cuenta, nos queda más que claro porqué el niño podía solo observar como el personal se hundía cada vez más y más. El siempre estaba ahí... esperando para que su ayuda fuera solicitada... pero el personal del hospital estaba demasiado sumergido en sus distintas infecciones personales como para pedir ayuda.
Y como un Kitsune también me ofrezco a ayudarlos a ustedes, amigos de Allzine, para que las películas que tanto trabajo nos toman en bajar (algunas) sean un placer luego de la post reproducción.
Con un gran abrazo se despide hasta la próxima,
Martín Inari Kitsune, el zorro que te da una mano si se la pedís.