jidaigekipedia.comGuerreros virtuososSatomi Hakkenden es otra interesante aportación de Kinji Fukasaku al cine de aventuras y fantasía, basada en la novela
Shin Satomi Hakkenden de Toshio Kamata, que adaptaba a su vez la original escrita por Kyokutei Bakin en el siglo XIX:
Nanso Satomi Hakkenden.
Sinopsis: la princesa Shizu tiene la difícil misión de liderar a ocho samuráis para acabar con el castillo endemoniado de Tamazusa, donde sus principales enemigos serán la propia señora Tamazusa y su hijo, obsesionado por construirse una cara nueva con pieles de mujeres. Dificultad añadida será encontrar a los portadores de las bolas mágicas, ya que ellos mismos desconocen su cometido en la historia.
Desde la misma presentación me vino a la cabeza la mítica serie de televisión
Dragon Ball, y después de todo no iba tan desencaminado. Cada uno de los elegidos tiene desde su nacimiento una de las ocho esferas, y cada esfera contiene un kanji que se corresponde con una de las virtudes del samurai, a saber: Jin (compasión), Gi (justicia), Rei (energia), Chi (libertad), Chuu (lealtad), Shin (fe), Kou (obediencia), y Tei (fraternidad). El objetivo es reunirlas todas y colocarlas en su estatua correspondiente para conseguir el arma que les guie a la victoria.
Toda la atmósfera de
Legend of the Eight Samurai es casi idéntica a la de
Samurai Reincarnation, transmitiendo en todo momento una sensación de malsana incomodidad en cada escenario. El aire está enturbiado por el humo, el agua tiene un color verde pastoso, la roca desnuda presenta siempre formas amenazantes, y macabras velas amarillentas decoran altares diabólicos. La vida y la muerte caminan de la mano con personajes malvados de sexo ambiguo y afición a la sangre.
La banda sonora es tan extraña como la de
Shogun´s Ninja, haciendo una rarísima mezcla de música típica de videojuego antiguo con el tema de John O'Banion ("I dont want this night to end...") del mismo título que la película.
Los efectos especiales son bastante decentes para la época, y aunque a día de hoy podemos decir que escenas como la de la serpiente voladora y el cienpiés gigante no han envejecido muy bien, lo cierto es que somos muchos los que disfrutamos viendo cómo se hacían las cosas a la vieja usanza.
Aprovecho la ocasión para volver a comentar el detalle de que volvemos a tener personajes con manchas de nacimiento alrededor del ojo derecho. La tenía el shogun Iemitsu en
Shogun´s Samurai, la tenía uno de los actores secundarios de
Samurai Reincarnation, y la tienen aquí tanto Motofuji como uno de los extras. Ni entiendo, ni encuentro nada por la red que explique esta manía de Kinji Fukasaku, pero no pierdo la esperanza.
La calidad de las escenas de acción depende sobre todo de quienes sean los implicados. Hiroyuki Sanada está pletórico empuñando una kama en cada mano y demostrando su agilidad con todo tipo de saltos y patadas fieles al más puro estilo ninja. Sin duda sus coreografías son de lo mejor de la película, aunque no se sabe qué habría pasado si Kenji Ohba (Genpachi) hubiera tenido más oportunidades con su jumonji yari (la lanza).
Curioso jidai-geki, espectacular chambara, y obra maestra del cine de aventuras y fantasía. Una encantadora película para ver solo o en familia, y con la que podremos disfrutar de dos horas de entretenimiento.