Hoy he tenido ocasión de volverla a ver...
Después he tenido que conducir hasta casa...
A medio camino me he dado cuenta de que no llevaba música, de que no había tenido ánimo para ponérmela... y en su lugar, me iba acompañando mentalmente la cancioncilla de Natasha Atlas...
Sin haberme apenas percatado, me había ido embargando la tristeza.
En otro hilo sobre la peli he leído interpretaciones que dadan por imaginados a los protagonistas...
Igual me da, que ella lo imaginara a él o que él la imaginara a ella, yo necesito creer que ninguno de los dos es imaginario... porque si así lo viera, esta sensación de vacío se me incrementaría gravemente...
Necesito y quiero creer que la unión es real y definitiva, que su peso se iguala al cero porque se han despojado de lo material y físico para amarse de una manera etérea y sutil, pero profunda.
No pueden haber sido un sueño esas levísimas sonrisas que él esboza en algunas ocasiones en que la está observando...
Cada vez que la vuelvo a ver me resulta más y más bella, y triste, a pesar de lo que me empeño en creer porque necesito creer.