¡Esa pandilla!
Esta la teníamos
aquí, que es una ficha/desastre de aquella colección de cortos experimentales de Obayashi que se distribuyó hace tiempo y rula otra vez ahora. Es la única con hechuras de largo (bueno, es que lo es, me refería a otra cosa), así que estupendo que tenga ficha propia, aunque algo deberíamos hacer con la original, que da penita. Creo (o quiero) recordar que me gustó más Emotion, tal vez la otra que también merezca ficha propia.
Cómo son los críticos o escribidores del tema: "obra maestra escondida del cine underground japonés" le viene muy grande.
El comentario, además, debe tener sus años, porque hace mucho que se conoce. Es muy bonita, muy poética. ¿Más poética que experimental? ¿Puede eso ser? ¿La poesía no es experimental por definición? Desde luego, hay poesía que no lo es. ¿Que qué me parece eso? Os emplazo a otra conversación, pero ya os aviso de que me voy a poner beligerante.
Es lo suficientemente convencional para que siempre sepas lo que estás viendo, lo que es estupendo para quien no esté acostumbrado a estos ejercicios y le dé pereza probar. No es de ese cine experimental de caída libre, sino que se sustenta en una historia inteligible que se acompaña sin problema aunque no esté del todo estandarizada. Tiene la desbordante imaginería de Obayashi y un montaje estupendo.
Alegre y triste, porque recordar la juventud y los primeros amores tiene mucho de magia y también algo de pérdida, incluso al evocarnos a nosotros mismos, pero definitivamente hermosa.