Gran pelicula, el uso del plano secuencia en interiores durante todo el metraje es sublime, un gran reto, y la iluminación acertadisima. Pero personalmente la historia no me ha llegado tanto como en Millennium Mambo o The Time to Live and The Time to Die, intuyéndose un ejercicio puramente técnico y estético, pero que pese a ello logra crear una obra de imprescindible visionado. Y sobre Tony Leung flojete, muy poco inspirado, creo que este tipo de personajes no le van mucho...