Segunda parte de esta maldición de la soga.
Un temible, quizás el peor fantasma tailandés hace de las suyas.
En esta oportunidad, tenemos a Lee Kang-sheng, nada menos, haciendo de monje taoísta, que combate a todo demonio y bichofeo fulería que circula por allí. En especial a un temible fantasma-demonio tailandés que parece ser invencible.
Jamás en mi vida vi hablar tanto a Lee Kang-sheng
Y es un tema escucharlo hablar. Aunque lo diga en broma, su voz no se ha escuchado mucho.
Y se confirma aquello que señaló alguna vez Tsai Ming-liang. LKS habla muy pausadamente. Ese hablar pausado, influyó en el cine de TML. Es por eso, que ambos, director y actor son una sola persona.
Pero volviendo a la película, seré breve: Muy buena. Toda una sorpresa. Quizá, hasta un poco mejor que la primera.
Aunque argumentalmente, retoma la idea de película anterior y se repite algún personaje, sin repetir al propio personaje. Esta segunda parte es un poco más estilizada.
Pero como suele pasar con estas películas, retoma aspectos de la historia original al punto de ser una nueva versión y no una continuación.
En este sentido, la película va a lo suyo, que es empezar arriba y mantener la tensión.
En fin. Más que recomendable historia de fantasmas y demonios.