Subtítulos enlazados.
Otro peliculón, tan parco en recursos, tan humilde, como logrado.
Ojo, que se viene spoiler:
Destacan sobre todo dos vertientes: la comunidad como personaje, cuyos valores y unidad se sustentan en el cinismo y el prejuicio, y la angustia del sospechoso. Este segundo aspecto me recordó mucho a las novelas de Cornell Woolrich (su seudónimo más conocido era William Irish), en las que el acusado tiene que demostrar su inocencia ante la incompetencia de la investigación policial y su agobio va creciendo minuto a minuto mientras todo el mundo se apresura a condenarlo.
Otra vez, el cine de género, en este caso el policial/negro, se presta al retrato social y costumbrista, y aquí brilla mucho. Uno se pregunta si acaso la Nikkatsu no impuso ese "final feliz" que parece añadido. Un imprescindible.