Una película que nos quiere acercar al terror, pero que no lo consigue en ningún momento (a excepción del desenlace final). Tampoco llega a tener la tensión necesaria, sobre todo cada vez que aparece la chica (a pesar de los esfuerzos de la banda sonora). Es más bien el drama amoroso entre los dos protagonistas que la leyenda en sí misma. Aunque, valga la redundancia, todo el tramo final resulta lo mejor del film (toda la escena es brillante).