Empieza siendo un documental más o menos pausado con el amigo Panahi llevando su rutina diaria durante su encierro en casa y, a veces, nos va contando y/o nos deja ver sus problemas actuales, cómo se originaron y su visión de la situación de Irán en ese momento. Hasta ahí no hay gran cosa más allá del interés propio de lo que le pasa, pero sus 15 minutos finales son sorprendentes y toda una declaración de intenciones.
Interesante, cuanto menos, aunque parte del metraje sea un tanto intrascendente.
En un rato envío los subtítulos que encontré. Que, por lo que he visto, están muy bien.
Disponibles en cuanto el responsable los ubique en su sitio.