Pues aprovechando su retrospectiva, yo venía a hablar de "Noche de paz (Silent Night / 2023)", la última de John Woo, y, por muy duro que resulte leerlo y decirlo, creo que la forma más simple de resumir la película es decir que el señor Woo chochea. Para lo que cuenta, dura demasiado, pero lo peor son algunos de los recursos usados durante el metraje, más propios de una persona sin ninguna experiencia cinematográfica, dado que son vergonzantes. Por poner un ejemplo, el momento en el que Joel Kinnaman ve a su hijo en una bola de Navidad. ¿No había nadie en esa producción que dijera "Señor Woo, este momento es una puta mierda, podríamos hacer otra cosa mejor".
El hecho de que en la película apenas haya diálogos y que el protagonista no diga ni una palabra en toda la película ya es algo arriesgado, y parece que John Woo haya tratado de reinventarse, pero como ya he comentado, hay algunos recursos narrativos a lo largo de la película que son ridículos y de una torpeza inimaginable en alguien de la trayectoria cinematográfica de John Woo. El guión es muy simple y ya de entrada se veía que todo el peso de la película iba a recaer sobre las escenas de acción, que dicho sea de paso, cumplen con el expediente pero no sorprenden en ningún momento. Y es un aspecto muy llamativo, dado que la calidad de las pelis de Woo siempre ha estado muy ligada a los directores de acción con los que trabajaba. En este caso, el director de acción es Jeremy Marinas, con una dilatada carrera como especialista de acción y coreógrafo, con títulos a sus espaldas como "John Wick 4 (2023)" o la reciente "Beekeeper: El protector (2024)", aunque parece que en esta producción iba con el piloto automático encendido. Vamos, que la acción es entretenida pero no llama la atención, lo que unido a algunos momentos difíciles de ver por lo ridículos que son hacen que la película sea recomendable solamente para los muy fans de John Woo y del genero de acción.
Por cierto, si el hijoputa no mete una referencia a las palomas, revienta, por eso la comisaria tiene un escudo en el suelo con una enorme paloma, ya que así se llama la propia comisaría o el distrito en el que se ubica.