Muy buena, como no cabía esperar menos. De repente, salen del salón casi por primera vez en toda la película, y tú miras el reloj por primera vez desde que te arrellanaste en el sofá, y ha pasado ya casi una hora sin darte apenas cuenta! Y luego, la segunda hora, pues tres cuartos de lo mismo, es decir, tiene un ritmo endiablado, no porque la acción sea frenética, sino porque el guión está tan bien dosificado que cada plano cuenta, cada diálogo está "lleno", no hay un sólo trozo de corteza, todo es miga, y sabrosa. Una delicia de principio a fin. Obra maestra!