La película empieza un tanto extraña, con tanta conexión con monitores, y demasiadas charlas banales. Eso sí, cuando justo empieza la misión la acción pega un subidón enorme lo que la hace mucho más entretenida. También tiene buenos momentos de tensión con el ministro norcoreano de por medio (aunque este personaje no aporte nada, solo es un personaje). Excepto ese inicio todo lo demás tiene un ritmo trepidante en un ambiente claustrofóbico; y como en muchas pelis de acción, rayando la fantasmada (medicina al más puro estilo McGyver, o los saltos al típico estilo Bond). Para pasar un rato agradable, sin muchas pretensiones.