Esta película lo tiene todo para pasar desapercibida. De hecho y como vemos, ha pasado completamente desapercibida. Y es un peliculón. Tremenda. Otra de esas películas negras, negras, que de cuando en cuando nos regala el cine chino, como un milagro. Lo que debía ser un thriller (y lo es) sobre un asesino de mujeres alrededor de una inmensa fábrica, allá a finales de los noventa, se convierte en algo más. Un desolador recorrido, gris, tormentoso (literalmente... y no es un juego de palabras fácil: la lluvia constante es casi la protagonista de la película), triste, por la vida de unos personajes en busca de un sentido a sus vidas.
¡Y es la primera película de Dong Yue! Que se llevó un montón de premios como director novel gracias a ella, y alguno más de importancia, como el de la crítica en los Golden Horse. En fin. No la dejéis pasar. Si tenéis Netflix, está en Netflix con subtítulos en castellano. Lo cual me lleva a pensar que algún día aparecerán estos por ahí.
A veces olvido porque veía cine asiático (contemporáneo). Películas como esta me lo recuerdan.