En la línea de Tokyo Raiders y Seoul Raiders. Tony Leung haciendo de superespía-cazarrecompensas-superexperto en todo y con un par de giros, la mafia italiana (poco relevante) y la CIA de por medio. Hay bastante acción y salen veteranos de la industría como Lo Meng, y también de los olvidados desaparecidos de la última década aunque pocos minutos (la chica de Chocolate, y el pobre Cung Le, que se ve que alterna pelis de serie B o Z americanas con algún proyecto en China). Tony está bien, es un seguro, pero ya se le nota un pelín la edad, quizá no deberían haber tardado tanto en hacer esta secuela. Para pasar una buena tarde