Bueno, no es la mejor película de Kim Jee-woon (este hombre tiene algún clásico del cine coreano en su haber), pero se deja ver. Para mi gusto bastante mejor que The age of shadows. Aquella se dejaba ver y esta va más allá. Estéticamente está muy trabajada y aunque su argumento no da mucho de sí, al menos tiene un armazón en el que insertar lo que verdaderamente interesa, que es ese enfrentamiento de fuerzas y ese despliegue de escenas de acción bien llevadas. El resultado es una película entretenida, ninguna obra obra maestra, pero un producto que da el pego y cumple, como decía, objetivos. Cierto, falta la furia aquella que atravesaba la obra de Kim Jee-woon, pero bueno, vistos algunos como Miike o Sono Sion, mantiene el tipo y hasta una cierta dignidad.