Realmente hay una confusión notable con este hombre: sí, tiene 89 películas y ha escrito el guión de... ninguna. ¿Y cuántas ha producido? Ninguna. Todo lo que ha hecho lo ha hecho de encargo, limitándose a dirigirlas (aunque al principio de los tiempos, tuvo sus preferencias, como trabajar a menudo con los mismos guionistas... y eso también se notaba, pero más porque rodaba en plan industrial). Este hombre no hace cine de autor, repito, hace cine comercial. Si en esa tesitura, y filmando todo lo que ha filmado (lo cual quiere decir que no es que le dedique mucho tiempo a cada película), ha logrado hacer alguna obra maestra, más una cantidad más que notable de películas importantes (la trilogía de Shinjuku, las dos Young Thugs, una película fundamental por lo que representó y lo que es: Audition, The city of lost souls, Visitor Q, The happiness of the Katakuris, etc. etc.) y, sobre todo, ha llegado a tener un sello propio, no me parece que sea un hombre con suerte que hizo tres películas bien y el resto son un desastre, sino un artesano del cine que ha logrado mucho más, infinitamente más, que muchos de ellos. Decimos que solo tiene tres o cuatro obras maestras sobre 89... ¡Cómo si eso fuera una cuestión numérica!
¡Hay directores que podrían rodar cinco mil películas y nunca lograrían una! Muchos. La mayoría. Por no hablar de la importancia que tiene su obra en el cine de yakuzas (un género fundamental en Japón), absolutamente fundamental, hasta el punto de que sin él no se entendería nada de ese género en los últimos años (sin él y Kitano). Que un director, en las condiciones que rueda él (también porque quiere), haya logrado un puñado de obras maestras, otro de imprescindibles y no menos de dos docenas de películas muy por encima de la media, no se puede decir que sea un bluff, me parece a mi. Ni desde el cariño ni desde el desprecio.
A mi el último Miike me suele dejar indiferente, pero vamos a ver, su obra: dos adaptaciones de dos clásicos absolutos que todos hemos visto y que poco más podía hacer mas que evitar hacer el ridículo (y aún así, mantuvo el tipo), películas para niños o jovencitos (The yokai great war, Ninja kids, Yatterman, en buena medida, y hasta Zebraman...), que igual deberían ser juzgadas por su público (los niños), películas para adolescentes o un determinado público muy concreto (Crows, Ace attorney), etc. Vamos, que buena parte de la desafección, también viene porque seguramente la mayor parte de nosotros no somos el público objetivo de esas películas. Aún así, podemos decir que mantiene el tipo sin lograr nada grande (cosa que ni le piden ni igual tiene tiene el terreno para lograrlo). Miike desarrolló lo mejor de su obra en el cine de yakuzas y personajes marginales, y ese cine ya no lo hace desde años y años. Es así.
Obviamente cada cual puede tener sus gustos y su opinión, pero de ahí a que sea inexplicable su fama... Explicable es, y perfectamente. Otra cosa es que se comparta el gusto.
Además, esto sirve para cualquier director, incluidos los más grandes y supuestamente incontestables. Siempre habrá gente a la que no le gustará su cine y se cuestione con eso los gustos de los demás (y viceversa)
. Supongo que es la naturaleza humana. Eso y entretenernos un rato discutiendo estas cosas...