Vista, hace unos días. Con sus casi tres horazas y media tuve, confieso, que dividir el visionado (sin saber que hay un cartel de intermedio en el minuto 130), pero lo cierto es que es una peli que se ve con agrado, con un ritmo amable.
En atención a su «título internacional» (Una eslopa en el lorenzo) a su fecha y a sus dos actores principales, lo que uno esperaba era otra película de explotación de ese mini-género que se llamó de la «tribu del sol». Pero la verdad es que no. En el título japonés no hay Taiyô (sol, Lorenzo) a la vista. Y bueno, generacional pretende ser. Es una peli sobre la «brecha generacional», término que se puso de moda en los sesenta pero que seguramente remontaba más atrás y aquí tenemos una bonita muestra. Una película sobre familias en crisis, padres e hijos, fidelidad y cuernos, hipocresía y mentiras piadosas, brutal franqueza, diferencias sociales, gatos alcohólicos, grandaneses y dogos alemanes
Pero no, no es nada tópica. La familia es peculiar, y muchos de los personajes también.
La parejita aludida es la formada por Mie Kitahara –aquí en un papel menos 'tigresa' que en otras ocasiones– y el célebre Yujiro Ishihara, hermano del asimismo célebre escritor (luego alcalde) que lanzó lo de la tribu mentada. A Ishihara lo veo haciendo aquí un papel de buen gamberro de extraña integridad, bastante más creíble que sus papeles de duro en los diversos
noirs (por lo demás muy buenos) que hizo en esta misma época, late 50's-early 60's. Izumi Ashikawa, que casi repite su papel de
The Balloon (1956) es kawaii puro, como alguno de los fotogramas de arriba ilustran. Tengo que añadir en el reparto de la ficha a las madres: Yukiko Todoroki, la oficial, y la biológica: una Hisako Yamane rescatadísima (para 1958 quedaban bastante atrás sus años de superestrellato) y respetablemente madurita. A mí siempre me agrada encontrármela en las pelis. Otra que sale por ahí disimuladamente es Misako Watanabe, en curioso papelito de top-model con amistades yakuza nada recomendables
En fin, buena peli bien interpretada y de historia interesante. No sé si justifica las tres (y gran pico) horazas pero ya digo que se pasan plácidamente
P.S. Lo olvidaba: la banda sonora incluye bastante jazz y una suerte de rocka & rollo a lo Bill Haley edulcorado (en la parte vocal básicamente) que es curioso de oír.