En la larga y rica historia de las películas de artes marciales, el legado de China al cine mundial, una característica que distingue estas de los productos de las cinematografías occidentales es la profusión de papeles principales para las mujeres. En torno a estas figuras femeninas el festival Nits de Cinema Oriental de Vic dedica en su catorceava edición una retrospectiva acompañada de un libro en el que se repasa a nivel histórico, biográfico y cinematográfico las diferentes épocas doradas de la presencia de la mujer en el cine de artes marciales, libro que escriben el conocido experto en cine asiático Domingo López y Jorge Endrino, el mismo que escribe estas líneas para presentaros este InFocus centrado en parte de lo que encontraréis en ese libro, y en ese mundo marcial.
El cine de capa y espada en la gran pantalla emergió y floreció casi a la vez que el propio cine en el continente, si bien tuvo su gran revulsivo hacia finales de la década de 1920 con estrenos de este tipo de películas de estudios chinos de todos los tamaños, llegando a superar el 60% de toda la producción cinematográfica de aquellos años. Estas chicas de acción no eran delicadas violetas, ni damiselas en apuros, sino verdaderas heroínas, luchando contra villanos masculinos en igualdad de condiciones. Es más, los protagonistas masculinos a menudo eran los que estaban en apuros, con la valiente dama luchando por su rescate. Cada estudio tenía por lo menos una actriz en la que depositaba su confianza para papeles protagonistas de estas cintas épicas, si bien cuatro eran predominantes: Fan Xuepeng y Xu Qinfang en el estudio Youlian, Wu Lizhu en Yueming, y Xia Peizhen en Mingxing. A estas hay que añadir estrellas tan conocidas como Hu Die, y nombres menos conocidos pero interesantes como Li Dandan, Fen Juhua o Qian Siyin. Tristemente la inmensa mayoría de las producciones de acción marcial de esos años se consideran desaparecidas.
La guerra, primero contra Japón, luego civil con la victoria del partido comunista en la China continental, es clave para entender la evolución del cine local. También lo es Hong Kong, refugio de muchos de los cineastas venidos de Shanghai, la antigua meca dorada del cine chino, y una urbe con una idiosincrasia, e incluso un idioma, muy diferente al continente. El idioma es determinante dentro de la división que marcaría el cine local hasta la década de 1970. El cine en cantonés, el dialecto de la zona, era un cine de bajo presupuesto pensado para el mercado local, aunque exportado a las comunidades cantonesas de todo el sudeste asiático. Este cine producía las llamadas “maravillas de siete días”, películas que se grababan en poco más de una semana, se estrenaban y desaparecían en pos del siguiente estreno, generalmente una segunda parte de aquella rodada casi simultáneamente a la primera. La ópera cantonesa y el cine de artes marciales predominaban en esta escena, impregnada de un corte musical y clásico, con películas llenas de fantasía y leyendas, a las que acompañaban una serie de cintas más urbanas y contemporáneas influenciadas por el cine de espías “a lo James Bond”. Esta escena originó el fenómeno de las Jade Girls, en donde las estrellas femeninas eran los activos más importantes de las películas, interpretando en muchas ocasiones incluso papeles masculinos, una tendencia heredada de la ópera tradicional. Durante la década de 1960 algunas de las estrellas más fulgurantes del cine cantonés fueron Josephine Siao, Connie Chan, Suet Nie o Patricia Lam Fung, pero había más, muchas más.
En la otra cara de la moneda estaba el cine mandarín, un cine con mucho más presupuesto y prestigio, producido por los grandes estudios entre los que destacaría el conocido Shaw Brothers. Hacia mediados de la década de 1960 la Shaw Brothers intenta romper con el tipo de cine de artes marciales que se produce en el cine cantonés y presenta la campaña de publicidad “La nueva escuela del wuxia”, un cine de capa y espada que se aleja de la magia y la fantasía, dotándolo de realismo y violencia. Dos fueron las películas que cimentarían el éxito de esta nueva tendencia: Come Drink With Me de King Hu, protagonizada por Cheng Pei Pei, y The One-Armed Swordsman de Chang Cheh, protagonizada por Jimmy Wang Yu. King Hu siempre estuvo más preocupado por la belleza, el estilismo, los paisajes. Chang Cheh por la violencia y la parte más masculina de las artes marciales. Fue precisamente el cine de Chang Cheh el que haría que el predominio de las mujeres dentro del cine de artes marciales de la Shaw se fuera diluyendo durante la década de 1970, pero aún así podemos encontrar toda una troupe de féminas guerreras que serán las protagonistas de este InFocus, con una pequeña selección de seis películas, algunas conocidas y otras no tanto.
He decidido realizar una selección variada que consta de tres películas de acción contemporánea y tres de artes marciales más clásicas. Cronológicamente la primera de ellas es Angel with Iron Fist (1967), una de las películas más representativas del cine de acción contemporánea con influencia de James Bond, que tan de moda se puso en Hong Kong a finales de la década de 1960. Aquí Lily Ho encarna a una espía que debe desenmascarar a una organización criminal, dirigida por una especie de feminista nazi interpretada por Tina Chin Fei, que ha matado a su compañero. Lily Ho fue una de las estrellas más grandes de su generación, siendo el modelo de chica guapa, cosmopolita y amante de la moda -una de sus pasiones- que tanto gustaba al público femenino de la época. Protagonizó todo tipo de películas, principalmente musicales y acción contemporánea, pero también Wuxias tan controvertidos como Intimate Confessions of a Chinese Courtesan, una de las primeras películas locales en mostrar una relación abiertamente lésbica en pantalla, o 14 Amazons, donde obtendría diferentes premios a su interpretación -en un papel masculino-. Tina Chin Fei protagoniza Temptress of a Thousand Faces (1969), otra película de acción contemporánea en donde una periodista debe enfrentarse a la “seductora de las mil caras”, una ladrona que se encapricha del chico de la joven. Aquí vemos a Tina en uno de sus mejores papeles de acción, con algunas escenas míticas de lucha en ropa interior contra secuaces masculinos, además de una escena donde se enfrenta a ella misma a base de trucos de cámara. Puro disfrute.
De 1971 son las siguientes dos películas de este InFocus. The Lady Hermit no es la película más conocida de Cheng Pei Pei, la reina indiscutible del cine de artes marciales de la Shaw mientras estuvo en activo, pero esta película es interesante porque fue una de las últimas de la actriz con el estudio y se pretendía hacer una especie de relevo generacional en pos de la actriz Shih Szu, la joven que busca a la “Ermitaña” para que la instruya en artes marciales. Vengeance of a snow girl da el protagonismo a la siempre versátil Li Ching, preciosa actriz que demostró su valía en numerosas películas de género y musicales. Aquí da vida a una joven tullida que vuelve buscando venganza contra los asesinos de su familia solo para terminar siendo acompañada por Yueh Hua en una búsqueda para restablecer sus piernas. Se reserva un papel negativo, de joven novia despechada, para la también interesante Lisa Chaio Chiao.
Saltamos ahora unos años para adentrarnos en la era de la exploitation, los locos años 70. La evolución del thriller de acción contemporáneo durante esta época es más que clara, pasando del cine de espías y entretenimiento a cintas mucho más sórdidas y realistas, que tomaban los grandes problemas del Hong Kong de la época -véase mafia, juego y drogas- como telón de fondo, añadiéndole mucha exploitation sexual. En la Shaw Brothers la actriz Chen Ping fue una de las reinas de este tipo de productos, además de participar en numerosas películas de otras índoles, siendo una de sus obras más representativas -si es que uno es capaz de quedarse con solo una- The Drug Connection (1976), también conocida como The Sexy Killer, en donde la actriz emprende una cruzada contra una mafia que distribuye drogas.
La última película que encontraréis aquí difícilmente habrá pasado desapercibida para cualquier aficionado al género, pero es imprescindible incluir una producción de la que fue una de las actrices más conocidas de la fase final de vida del estudio Shaw, Kara Hui. En My Young Auntie (1981), Kara da vida a una joven que sirve a un viejo maestro que decide casarse con ella solo para que su patrimonio no sea expoliado. La joven esposa, una chica rural de costumbres clásicas, viaja a la gran ciudad a conocer a su “sobrino”, maestro de artes marciales mucho mayor que ella interpretado por Lau Kar Leung, y sus jóvenes e indisciplinados discípulos.
"Actrices de acción en la Shaw Brothers" es un InFocus de Alikuekano, al hilo del libro Kung Fu Girls!, del que es coautor, editado por el Festival Nits de Cinema Oriental de Vic.
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