La vi hace unos días, con motivo del
4º Festival Internacional de Zine, que está en plena marcha por si algún despistado no se dio cuenta
Antes que nada, quisiera darle un óscar personal (un óscar minúsculo, ya ves: poco presupuesto) a la nena, Rhed Bustamante, que lo hace estupendo, como la de
The Wailing, a la que por imperdonable despiste olvidé intentar nominar en los premios AZ de hace poco. Cuando ve uno a estas niñitas en esos papeles se pregunta si no saldrán traumatizadas después del trance, pero lo cierto es que esta Rhed, al menos, es una veterana según pude comprobar y en su país protagoniza una serie cutre de esas de sobremesa en la tele, no sé qué de la niña Tomboy, y eso sí que da miedo, conque me quedo tranquilo: está curada de espantos
Peligro de posibles
spoilers en lo que sigue.
Con esta película me pasó una cosa que a veces me pasa, y es que durante el visionado la peli me gustó bastante-mucho, lo cual debe de ser bueno (mantiene el interés con buen
tempo, los actores lo hacen bien, etc.), pero una vez acabada la película me quedo un poco con una sensación de ¿y qué? También es que a mí las pelis de terror religioso, ya desde el Exorcista y La profecía, me resultan un poco ni fu ni fa: ¿es que todo lo que sabe hacer Satanás es poseer niñas y hacerles decir repetidamente la palabra «puta» mientras su cabeza gira como una peonza? ¿Es eso el Mal Radical?
Pues nada que temer: si eso es todo, el mundo marcha feliz, y olé
Por suerte, aquí no metieron dobermanns ni rottweilers, que si no ya la tenemos liada y marcan a otra raza canina más como PPP
Pero bueno, la peli, como peli, al margen de su para mí dudosa «profundidad moral» (anikiba ha puesto de moda en Allzine esta palabra tan poco de moda
), está muy bien y no me importaría ver alguna otra de miedo de este director
EDITO. Ah, me olvidaba... Esto ya es spoiler de nivel bestia, conque va en blanco.
Otra pega de la peli es su truculencia: me parece muy legítimo trampear para engañar al espectador sobre el «verdadero malo», siempre y cuando se haga de modo coherente, consistente. Un recensor de la IMDb lo señala con razón: ¿en qué acaba la historia con la monja? Pues... ¡en nada! La investigación del cura Ricardo, creo que se llamaba, llega hasta donde nos hace creer un rato que la monja es la mala de la peli, pero ahí se queda y no llegamos a saber el resto de su historia ni de cómo conoció a la niña ni nada. Incluso la propia historia de la niña queda desdibujada desde cierto momento... Y eso es truculencia: esas historias están ahí para crear un efecto y se dejan colgadas sin más cuando han hecho su labor... Thumbs down! (Pulgares abajo!) Booo!