Bu. Vista, pero en varias sesiones. Ya vuelvo a eso.
Qué lejos está Suecia de Japón
Esto lo digo porque, aparte de alguna escenita a la Ozu, esta película me hizo pensar mucho en Bergman, el Bergman de los setenta. Y bueno, 'Secretos' pasa en su versión cine largamente de las tres horas, pero... era un compendio de una serie de televisión. No me parece que cinco horas y cuarto sean necesarias para contar lo que cuenta esta película ajaponesa (también vuelvo a esto en seguida). Yo me la vi en tres o cuatro partes. No hay ningún intermedio: en el cine, ¿ni te daban unos minutos para ir al lavabo?
Y bueno, vista a cachos, se hace grata de ver y no particularmente pesada; incluso secciones como la de la lectura (que dura entre media hora y tres cuartos) tienen su aquél, y lo plomizo puede valer en sí como un mensaje estético. Pero no me imagino verla de un tirón (aunque anikiba lo hizo) y en este sentido no la puedo considerar una buena película como un todo, aunque esté bien en sus partes. El todo tiene que ser más que la suma y sobre todo darles sentido y justificarlas, y para mí no es el caso. Te pasaste, Ryusuke
El tema me parece muy interesante. De interés nacional, diría, porque no puedo dejar de relacionarlo con un articulillo de la wikipedia que leí el otro día (
herbívoros (hay vers. esp.) y al que llegué, curiosamente, leyendo sobre el grupo AKB48. Voy pensando que en Japón no se ha sabido combinar bien la vieja ética de Edo (subsistente a pesar de todo) con la idea del American Way of Life y el culto del ego. Esta mezcla difícil está incluso en ese mero y consabido «ganbatte!» que oímos en montones de películas y canciones.
Happy Hour supuestamente trata del problema de la comunicación –es la «lección» del «hombre equilibrios» del comienzo, cuyo personaje va graciosamente desmoronándose y perdiendo toda su ejemplaridad conforme la peli avanza
hasta que su hermana finalmente le mete la cuchara y dicta sentencia (brutal
)–, y por supuesto ese es parte de su tema, pero sobre todo trata del desmoronamiento de un proyecto que no, no chuta. Es deprimente
EDITO. Ah, me dejaba lo del «ajaponesa». Yo es que hasta en las pelis niponas más recientes que he visto que traten del matrimonio y temas afines, percibo esa insistencia en ese «amor a las cosas pequeñas» que tan de moda está, en el caso de Japón es la defensa del modelo de Edo, la tradición, la combinación de resignación budista (a las grandes satisfacciones y el inflado del ego) con satisfacción y degustación de lo «pequeño». En contraste, Happy Hour me resulta sumamente cruda y brutal. Pero sin duda es mucho más real que aquéllas (cuya meta seguramente es contrarrestar tal 'realidad'). Por eso me ha resultado poco «japonesa», por mucho que hable de Japón./EDITO.
Bueno, igual continúo en otro rato