Train To Busan es el gran blockbuster, que pretende legar a mucho público a pesar de su temática. En esta se guarda más el estilo personal y propio, con personajes oscuros y truculentos. Esta es más su estilo, aunque no llega a sus anteriores trabajos.
¡Hola, ali!
Hoy venía justo a comentar la peli, ya que ya la he visto y... bueno, comparada con sus anteriores (animadas), creo estaría de acuerdo, pero discrepo totalmente con lo que dijo
Desártico: «se queda un par de peldaños por debajo de su hermana, Train to Busan».
What?! A mí Train to Busan no me desagradó, como peli de entretenimiento, por lo demás perfectamente vacía. Con esta de
Seoul Station no es así de ningún modo: vuelve el director cáustico y despiadado de
King of the Pigs y
The Fake; vamos, con los diálogos de los primeros cinco o diez minutos ya sabía que estaba viendo una
verdadera película de él. Sus personajes parecen ser siempre igual de amargados y ponzoñosos, tratándose entre ellos con equitativa inhumanidad; uno se pregunta si esa es la realidad de Corea hoy por hoy y, aunque algo de exageración habrá, el cine coreano moderno que llevo visto me dice que quizá no tanta, no tanta. En comparación, pues, con esos personajes, los zombis no son más que bestias automáticas inocentes con respecto a su programación: y algo me dice que el director quiere que hagamos
esta comparación...
Comentando la de Train to Busan,
sesilu lamentaba (hablo de memoria) que en la escena final el soldado no disparase. Es evidente que, de haber hecho la peli a su manera, este director la habría terminado a gusto de sesilu. Mi opinión provisional es que, con Train to Busan, Yeon se ha «vendido» descaradamente, haciendo las más ruines concesiones a la comercialidad, con vistas a llenar sus bolsillos y poder así seguir haciendo su verdadero cine. La de Seoul Station, al margen de que sea inferior a otras suyas, es coherente con éstas. El final, por cierto, es matador. ¡Bravo!
EDITO. Escenas para la reflexión: 1. Hacia el comienzo, dos hombres hablan de la necesidad de más ayuda social y bla bla bis bis; pasa entonces junto a ellos un viejo ensangrentado: uno de aquellos decide ir a socorrerle, pero al acercársele puede con el la peste que hace el viejo, se da cuenta de que es un sin-techo y opta por la solución Pimpinela («olvídame y pega la vuelta»)
¡Socialismo y solidaridad en acción!
2. La actitud de la policía y el ejército ante un gran grupo de personas que han logrado escapar a la zombimasa... Así como la del poli que se encierra en comisaría junto a la chica y dos sin-techo. Buf, el mundo de Yeon es inhabitable... 3. La ya citada del final..., momento en que más de un espectador –moi même– tomará partido por... «los otros», jejeje...