«Seis realizadores debían realizar una película de 20 minutos por el centenario de Ozu. Cuando finalmente el gran estudio Shochiku me dio carta blanca para un largometraje, dejé de lado mis esbozos taiwaneses para concentrarme en ese reto: una película japonesa en Japón, aunque no hablo el idioma. ¡Me dije que el resultado, como consecuencia de esta barrera, sería algo bien japonés!
Alguién me había contado una historia de una japonesa embarazada de un taiwanés. Yo la adapté, puesto que en la realidad se casaron. Para esto leí un montón de revistas tratando el tema de las madres solteras. Yoko expresa sus sentimientos en filigrana, sabe cual será la reacción familiar. Las experiencias sentimentales cada vez más precoces tienden a dar a los jóvenes una madurez que no tenían sus padres.
No tenía ningún guión lineal muy establecido, simplemente vagos fragmentos de diálogos. No quise volver a ver las películas de Ozu, confiaba en mis recuerdos. Los dos jóvenes actores no son habían visto jamás. Yo intenté confortarles en la dirección que había espontáneamente escogido. El actor que juega el padre tuvo un momento de inspiración eligiéndose callarse, en la escena de la cena. Sabía lo que hacía, y dialogaba en realidad con Ozu en ese momento.
Hoy tengo la sensación de comprender mejor a Ozu. Es una suerte haber podido practicar un ejercicio frecuente en la literatura pero raro en el cine. En cuanto al proyecto en el que trabajaba antes, sin éxito, giraba alrededor de un cierto ambiente de extrema derecha actualmente en Taiwan. Pero la situación me subleva y estará bien que eso llegue a contarse. Cada vez estoy más politizado.» Hou Hsiao-Hsien, Cahiers du cinéma.
Pues eso. Este mes en los Cahiers aparece la crítica [tres páginas] a Café Lumière, la última película de Hou Hsiao-Hsien, que les ha entusiasmado. ¡Qué ganas de verla!
He estado viendo el documental que os comentaba sobre Ozu y Hsiao-Hsien, Metro Lumière. Muchos fragmentos de la película, y alguna que otra curiosidad, como que Hsiao-Hsien para escribirla uso simplemente un plano del metro de Tokio.
También que la protagonista es una cantante, Yo Hitoto, de padre taiwanés y madre japonesa. Aquí está su página oficial:
Yo Hitoto. En la red están disponibles sus dos discos hasta el momento [Hou Hsiao-Hsien se muestra entusiasta de su música]:
Bueno, pues mientras llega de algún modo a nuestro país [de momento se acaba de estrenar en Francia, pero no creo que corramos esa suerte], nos podemos entretener escuchándola.