Lo de los gafapastas tiene un poco de broma interna: no hace mucho, un compañero forero contaba que así se ve realmente a Allzine. Yo no lo creo, pero si lo comparamos con Asia-Team, que conozco bien, desde luego el ambiente es muy diferente; yo diría que es porque allí se publican enlaces y eso atrae a tanta gente que resulta imposible concretar una personalidad. Pero ésa es otra historia.
Me extraña que te extrañe
Veo cosas muy dispares, y que alguien diga que ha encontrado un "grandísimo film" me despierta curiosidad suficiente, aunque ahora resulta que "debes buscar mejor". De todas formas, confiésalo: exageraste mucho.
Tal vez porque estuvieras deseando soltar eso del desprecio.
Porque incluso si eres capaz de dejarte llevar y acabas embargado por la emoción, que va a ser que no, esto está lejos de ser un grandísimo nada. O eso me parece a mí.
¿Te ha parecido que lo telenovelesco se administra con honestidad en esta peli? Es un buen punto, interesante. Yo a lo "telenovelesco" le veo cierto grado de deshonestidad connatural, que de hecho lo convierte en eso, en "telenovelesco". Me refiero a ese gusto manipulador y maniqueo en el reparto de culpas y sorpresas. Nada específicamente indio, por supuesto, es una manera de narrar común y vulgar pero efectiva. También en literatura. El director (ésta es su segunda película y cofirma el guión) no muestra nada propio, ningún asomo de autoría o personalidad. Todo, absolutamente todo, nos lo sabemos y lo hemos visto contado igual.
(sigo, pero guardo, que ya está humeando el café)
Me voy a ir un poco por las ramas: Harry Stephen Keeler fue un maravilloso desastre de escritor; una especie de Ed Wood de las revistas
pulp. Una cuestión de probabilidades. En aquella gran depresión norteamericana, la evasión era negocio y abundaron las revistas de cuentos y novelas por entregas de todos los géneros: ciencia ficción, vaqueros, misterio, detectives... Y como los editores pagaban por cuento publicado (a tanto la palabra), los escritores salieron como setas. (¡Editores de revistas que pagan por cuento publicado! ¡Revistas de cuentos! ¡Gente escribiendo!). Bueno, de ahí salieron monstruos que trascendieron el género (Chandler, algo anterior, o Hammett, algo después) y divertidísimos malos escritores, como nuestro Keeler. Al grano: en
Noches de Sing Sing, una de sus mejores malas novelitas, llega a dar una ecuación para escribir cuentos de misterio: misterio 1 + misterio 2 + resolución de misterio 1 + misterio 3 + resolución de misterio 2 + misterio 4...
ad infinitum. Si sustituyes "misterio" por "drama", tienes esta película. Así de malo es su motor narrativo. Puedes contar cosas extraordinarias que le pasan a gente extraordinaria, cosas extraordinarias que le pasan a gente corriente, cosas corrientes que le pasan a gente extraordinaria, cosas corrientes que le pasan a gente corriente, estupideces que les pasan a estúpidos, vale casi cualquier cosa... o puedes hacer una edición de clichés; esto es, tomar recursos narrativos y componerlos. Por ejemplo, una de las grandes inflexiones de la historia es... ¡tachán! ¡El cumpleaños del abuelo en el que la familia saca lo peor de cada uno y lo que tenía que ser amor y reconciliación se vuelve drama y distanciamiento! La cosa no puede ser más barata, más adocenada.
Luego, los aspectos técnicos y visuales de la producción resultan estándares muy normalitos para una industria cinematográfica como la india.
Ya ves, al final le va a quedar una reseña más pormenorizada que las que tienen otros hilos de películas verdaderamente meritorias.