¡Amigos! ¡Qué película! ¡Qué delicia! ¡Qué cachondeo!
Una cosa así como “de autor”, así que si es de tu autor favorito… Ha sido un poco la excusa para remozar la
retro de Okamoto, y es que es un trabajo ideal para eso: enseña la cara ideológica del autor, su cara política, hasta utópica; y nos demuestra su oficio: nos trae y nos lleva por un hilván muy fino, sin una gran trama que lo sustente todo… no, al contrario: estando claro que es una comedia, luego es un poco policiaca, un poco sociológica, un poco romántica… Hace lo que le da la gana y te tiene encantado todo el tiempo. Todo es un pretexto para contarte una historia que va de aquí para allá y que te lleva de la carcajada a la súbita emoción sin que te des cuenta.
La parte utópica o social que subyace es además muy actual (vamos a hablar como en la tele: está de rabiosa actualidad): la desaparición del Estado, de la idea misma de Estado, de la necesidad de un Estado visto el estrepitoso fracaso de todos los Estados. Así que se hace fácil asumir que uno es de Yamatai (aquella primera nación en territorio japonés de la que se tiene registro gracias a escritos chinos y que se supone fue gobernada por la princesa Himiko). La crítica al concepto del moderno estado/nación es estupenda. Por ahí he tenido recuerdos que iban desde el anarquismo utópico de Ursula K Leguin en
Los Desposeídos al
Urania de Le Clézio. Interesante.
Pero como es una peli de autor, hay mucho más. Hay algo inolvidable, inenarrable, que sólo unos pocos
(Jamsa25 constantemente asociado en este recuerdo) van a sentir en toda su dimensión: ver a Taiji Tonoyama matándose a beber, literalmente. Mirad, tuve el placer de traducir
By Player, en la que Kaneto Shindo cuenta la vida de su amigo y actor fetiche, y cuenta cómo se mató bebiendo y cómo al final de su vida, los últimos años, algunos grandes directores le llamaron para darle trabajo. Cuenta exactamente lo que vemos aquí. Y es estremecedor. Brutal. Juro que hay una escena entre Kunie Tanaka y Tonoyama en la que éste está absolutamente mamado, incoherente, y Tanaka se parte. No están actuando.
Uno no puede evitar (no la pude evitar porque es cierta) la sensación de que hace esto de traducir y comentar estas películas para un puñado de colegas. Para nosotros, vaya. Así que anticipar la reacción de alguno de vosotros cuando veáis estas escenas ya ha sido bien divertido e interesante para mí.
Entre otras cosas, respecto a la traducción, la voz de Kunie fue especialmente divertida de buscar, el tono con el que debía hablar... Uno lo piensa y no deja de ser gracioso, porque usas los referentes lingüísitcos que tienes, y le terminas poniendo un deje de Ventas a un japonés de Gifu.
Está coescrita con Go Riyu, que si no me decís lo contrario ¡es el chaval! Luego seguimos hablando… sobre todo, cuando la haya visto alguien más