Pues a mí me pareció una secuela bastante presentable; es cierto que le falla bastante el ritmo sobre todo en la primera mitad, parece un poco como si fuesen improvisando y probando ideas a ver cómo mostrar algo diferente de la primera de la saga, y no funciona. Pero de todos modos me pareció digna. Lo del tablao flamenco with Japanese sevillanas fue bastante curioso, pero lo que más me chocó fue descubrir que esa chica cuya cara no ubicaba era Izumi Ashikawa, la chiquita de The Balloon y otras pelis de Kinoshita y compañía, cosa de una década anteriores a ésta.