Desde luego, ya solo por la temática merece la pena verla; es una de las pocas películas que he visto ambientadas en el sur de Tailandia, donde la mayoría de la población es musulmana (la industria cinematográfica del país parece preocuparse únicamente del centro y el norte). Es una película bastante realista y con unas interpretaciones muy naturales y logradas, a pesar de que la historia puede resultar un tanto formulaica. Pese a todo, es una obra recomendada.