¿Pero cómo que academicista? ¡Pero quién dice esa gilipollez!
¡Pero en qué academia/universidad/lugar del mundo se estudia hacer una película así! La crítica ha rozado con esta película los mínimos. Primero que no era un wuxia y luego... En fin.
Ya la he visto. Yo creo que algunas de las pegas que se le ponen no pueden ser atribuidas a The Assassin. ¿Por qué? Porque algunas simplemente son la manera de entender el cine de HHH (y las repite película tras película desde hace décadas, aunque siga sorprendiendo) y segundo porque no somos chinos. Lo de no somos chinos viene porque este hombre está haciendo una película sobre un clásico chino que se supone que debe de conocer mucha gente, y entonces tiene la opción de aburrir a todo el que lo conozca contando lo mismo o dejarnos llenos de lagunas a los occidentales. Si hoy en día se hace una película basada en el Quijote, fijo que no se van a poner a entrar en detalles sobre la historia, porque todos la conocemos. Dicho lo cual, HHH nunca ha sido muy propenso a explicar nada. Y yo creo que en esta película no hace falta. Y es que seguimos pidiéndole a HHH que nos cuente una historia, cuando él no hace un cine narrativo, sino sensorial. Siempre, siempre, va a decepcionar si buscamos la historia. Porque no le interesa. Ese no es su juego. Y si es el nuestro, no es nuestro director.
Aquí la historia es una mera anécdota. A mi me parece un wuxia minimalista (como podía serlo Ashes of time) o ultraconcentrado. Fijaos que tiene una infinidad de elementos de los wuxia clásicos (hay que tener muchos cojones o no haber visto nunca un wuxia para negar que es uno de ellos... muchos): la asesina (o el asesino) con su maestra asesina (¿os suena Tigre y dragón?), los reinos, la brujería con tipo siniestro (¿os suena ese aspecto? No: ved más cine de la Shaw Brothers), los poderes sobrenaturales (¿gente saltando en los tejados?), las conspiraciones, en fin, infinidad de motivos recurrentes del wuxia (joder, es que es un cine de género y, cómo tal, tiene sus códigos). Lo curioso es que HHH concentra esos momentos y los diluye en un cine sensorial, contemplativo si se quiere. En un cine lleno de tiempos muertos que rompe con la idea de acción. Pero oye, no está muy lejos de King Hu. Si Café Lumière era HHH filmando como Ozu (pero sin dejar de ser él ni un instante), The Assassin es HHH filmando como King Hu (pero sin dejar de ser él un instante).
Y esa es su apropiación del wuxia: un acercamiento estático a un cine tradicionalmente de acción (que no tiene por qué: wuxia se refiere a un cine o una narrativa de espadachines, como el chambara es de samurais... eso no implica necesariamente acción). Un cine que apela a nuestros sentidos en vez de apelar a nuestros instintos. Por supuesto esto no es del agrado de todo el mundo, pero desde la primera película de HHH esto ha sido así. No nos vamos sorprender. Son muchos años oyendo los mismos reproches como para hacerlo. Sí, un cine tremendamente aburrido y hasta mareante si no somos capaces de entrar en él.
Lo cierto es que en The Assassin está cuidado hasta el último detalle. La banda sonora de Lim Giong está llena de referencias sutiles precisamente a eso, al wuxia clásico, y bueno, Mark Lee sigue haciendo una fotografía que no es de este mundo. No creo que haya utilizado luz natural (aunque yo la película la veo muy contrastada en los colores... incluso saturada). Lo de las velas tiene una lógica. En realidad deberían explicar el resto de cineastas porque no hay velas en sus películas. ¿Vivían a oscuras?
Son cosas en las que uno no repara hasta que ves que alguien lo hace. Acordaos de Marcel Carné. En Les visiteurs du soir se le ocurrió pintar las paredes de los castillos y casi le matan, pero ¿de verdad alguien se piensa que en la Edad Media los castillos estaban a punto de derrumbarse, hechos ruinas? En algún momento serían nuevos ¿no? En fin, esos detalles...
Una película inmensa, y HHH que sigue su camino. Y de nuevo lo ha vuelto a hacer: ha logrado un wuxia totalmente personal que no desentona en nada con su filmografía y con su manera de entender el cine. No para paladares exquisitos ni para gafapastas o yo que sé. Simplemente para personas con una sensibilidad parecida. Que no es ser ni mejor ni peor.