Bueno, yo también la he vuelto a ver, y creo que la palabra clave ya no de esta película sino de todo el último Johnnie To (y como último hablamos de los 10 últimos años) es "ejercicio de estilo", como dice anikiba. De paso me he vuelto a releer los comentarios que se fueron haciendo, y creo que basar la calidad de una película (y más hongkonesa) en si las balas te dan o no a pocos metros, es absurdo. A no ser que nos creamos a pies juntillas todo el cine de género... no sé... Yo creo que en este cine o te crees lo que ves o no te lo crees, pero analizar las escenas desde esos puntos de vista, pues si, todo será una mierda... ¿O el final de Hard boiled es realismo? jeje Por decir algo... En realidad se trata de trasmitir emociones. En esa primera escena deberían haber muerto todos. ¿Qué hacemos? ¿Los matamos a todos y luego completamos el resto de la película con Kelly Chan? ¿Hacemos que se disparen de más lejos y menos balas y con pistolas para que parezca que es verdad, que en Hong Kong las cosas funcionan así? Pues no. Yo quiero ver explosiones, disparos, saltar cosas por los aires,... Me entretiene...
Y después de esta reflexión sobre la realidad en el cine, pues decir que más o menos vuelvo a confirmar lo mismo: las escenas de acción de Yuen Buen (coreógrafo habitual de To) son tremendas. Ya no sólo la inicial, sino por ejemplo, una que me encanta, que es el SDU avanzando por los pasillos del edificio... Puro cine de acción... Intenso, contundente,... Las interpretaciones me encantan, fuera de Kelly Chan (cuyo papel tenía que haber interpretado, descaradamente, Maggie Siu, que también anda por ahí), que está realmente horrible, en una de las peores interpretaciones que he visto en mi vida... ¡Parece una máscara! Ella sola se carga todo el segmento periodístico (y Simon Yam realmente hace el ridículo, pero no por culpa suya como ella, sino por lo que le hacen decir en el guión, que falla en toda esta parte). La música está muy bien. Técnicamente está muy lograda. El guión es el culpable de muchos de sus males, porque falla eso, en la parte periodística y en un final igual un tanto confuso (y hasta disparatado). No sé. No será de lo mejor de To, pero en su interior si que contiene algunos de los mejores momentos de su cine. Sólo por eso hay que verla.
Y luego bueno, su reflexión sobre los medios. Al final nos son más simpáticos los ladrones que los policías (¿sería ese el objetivo?), aunque sólo sea porque, como dice uno de ellos, no mienten. Esos y los CID, parte humana de esa policía despersonalizada que la película nos ofrece (pese a que intentan ofrecer la visión contraria).