¿Os acordáis de Raya Martin? En su momento era uno de los directores más prometedores del cine asiático. El más vanguardista, el más radical, el más. The island of the end of the world era un documental arrollador y luego llegaron A short film about the indio national y Autohystoria, que lo pusieron ahí en el centro del cine filipino (desde luego) y festivalero. El caso es que a diferencia de sus compatriotas Lav Diaz o Brillante Mendoza, desapareció. Sí, siguió haciendo cine, pero los festivales se convirtieron casi en su reducto. Y luego, recorrió mundo. Entre sus últimas películas había una española (Buenas noches, España), y esta última es mexicana o casi. Por eso no deja de tener su gracia el título de su penúltima película: How to disappear completely. Esto es: cómo desaparecer completamente.
Pero no, no desapareció completamente. La última película estuvo presente en el BAFICI, y a tener de algunos, pasó muy desapercibida para la calidad que tenía, lo cual le debía haber merecido algo más de atención. Codirigida con Marc Peranson (más conocido por su labor como crítico en su revista CinemaScope), la película sigue el rastro de Dennis Hopper y su The last picture, a través de las ruinas incas de Perú. Como suele suceder en el cine de Martin (a falta de verla) el resultado será algo cuanto menos diferente.